Mursi esquiva su primer escándalo de libertades con un decreto ley

La Fiscalía acusa a Afifi de publicar noticias falsas y rumores insultantes para el presidente, que habrían puesto en peligro la estabilidad del país y han sembrado el pánico, según el fiscal adjunto, Adel al Said. El juicio, cuya primera vista tuvo lugar ayer, ha sido aplazado hasta el 16 de septiembre pero, de acuerdo con la ley de delitos de prensa, el tribunal ordenó el arresto del periodista.

El procesamiento de Afifi ha creado indignación entre muchos egipcios, que ven en la decisión de la justicia la mano del nuevo presidente y de su nuevo ministro de Información, Salah Abdel Maqsud , miembro de los Hermanos Musulmanes, a los que acusan de querer «limpiar» la prensa independiente de voces críticas. Amnistía Internacional también se había hecho eco de las críticas y había pedido al presidente que frenara el proceso.

Mursi, consciente de que gobierna un país dividido y aún inestable, estuvo rápido ayer y emitió un decreto ley que cancela la prisión preventiva por delitos de prensa. Afifi sería puesto en libertad de acuerdo con esta nueva ley, dijo anoche el portavoz de Mursi, Yasser Ali . Es la primera vez que el mandatario hace uso de los poderes legislativos que arrebató a los militares hace poco más de una semana.

El pasado mes de junio, durante la semana en la que los egipcios esperaban con ansiedad el resultado de las elecciones presidenciales, «Al Dustur» publicó en su portada un polémico artículo en el que aseguraba que la cofradía planeaba «la matanza del siglo» si su candidato, Mursi, no salía elegido. Rumores como este, que circularon entonces de boca en boca, sembraron el pánico entre algunos sectores de la población egipcia, que en esos días hicieron acopio de víveres convencidos de que una posible victoria del rival de Mursi, Ahmed Shafiq , iba a ser respondida en las calles con violencia.

Otro periodista ferozmente crítico con la cofradía islamista, Tawfiq Okasha , también está pendiente de juicio y su canal de televisión, «Al Farain», ha sido suspendido durante 30 días por una denuncia parecida a la que afronta Afifi. Okasha, conocido mubarakista, llegó a pedir en televisión el asesinato de Mursi.

Informadores críticos con «Al Dustur» y su línea editorial también han criticado el proceso contra Afifi, entre ellos su antiguo director, Ibrahim Eissa , que ya sufrió en sus carnes una pena de prisión por insultar a Mubarak en 2007, aunque fue posteriormente perdonado por el mandatario. El diario cambió de manos y Eissa fue despedido. «Podemos no estar de acuerdo con la línea editorial de “Al Dustur”, pero nuestra referencia siempre será la libertad de expresión», publicó hace unos días el ahora director de «Al Tahrir» en su página de Facebook.

Otros periodistas han incitado en el pasado a la violencia. Quizás uno de los más recientes sea el caso de la presentadora del canal estatal, Nile TV , que en octubre del año pasado, al poco de producirse lo que luego se conocería como la « masacre de Maspero » -en la que soldados egipcios mataron a 27 coptos en una protesta-, pidió a los «egipcios de honor» que salieran a la calle a proteger a los soldados, un llamamiento que provocó enfrentamientos sectarios y que no tuvo consecuencias ni penales ni administrativas contra la periodista.