La periodista que denunciará a Strauss-Kahn: «Quiero acabar con ocho años de infierno»

Tristane Banon asegura que no quiere escuchar más que es «una mentirosa por el hecho de que no haya presentado una denuncia» y niega que busque publicidad gratuita o «venganza»

La periodista que denunciará a Strauss-Kahn: «Quiero acabar con ocho años de infierno» ap

EFE

La periodista y escritora francesa Tristane Banon, que interpondrá una denuncia contra Dominique Strauss-Kahn por un presunto intento de violación acontecido en 2003, aseguró en una entrevista publicada que lo hace para «acabar con este infierno de ocho años».

«Ver a Strauss-Kahn ... libre, cenando en un restaurante de lujo entre amigos, me pone enferma, declaró Banon en una entrevista publicada por la edición digital de «L'Express» , la primera que concede desde que estalló el escándalo que concierne al ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

En el extenso relato, la mujer, de 32 años, asegura que ha decidido llevar su caso ante la justicia porque desde hace años no quiere escuchar más que es «una mentirosa por el hecho de que no haya presentado una denuncia» y niega que busque publicidad gratuita o «venganza».

«¿Qué valía la palabra de una becaria?»

La periodista, que sostiene que DSK intentó violarla en un apartamento durante una entrevista que le hizo para un libro que preparaba, recuerda cómo se produjeron los hechos y algunos detalles sobre aquel supuesto encuentro en un céntrico apartamento de París.

«Empezamos a hablar un poco, me ofreció café, saqué mi dictáfono, quiso que fuéramos al sofá. Paró el dictáfono, me agarró la mano, luego el brazo, le pedí que me dejara marchar y allí empezó la lucha», recuerda. Según su versión, Banon y DSK se pelearon en el suelo «durante varios minutos» .

Tras el forcejeo, y «aterrorizada», logró zafarse y llegar hasta el coche. «llamé a mi madre porque no podía conducir, estaba temblando». El encuentro duró «más de media hora», dice. Entonces no denunció los hechos porque nadie la habría creído ya que «en esos casos, es mi palabra contra la suya».

«¿Qué valía la de una joven becaria en periodismo preparando su primer libro y que se podía suponer que quería hacerse publicidad? ¿Qué valía mi palabra frente a la de Strauss-Kahn , el esposo de Anne Sinclair, incluso si ser todavía el responsable del FMI? ¡Nada!». asegura.

Desde aquellos supuestos hechos -que denuncia como violación y no como agresión sexual, que habría prescrito- se quedó «traumatizada».

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