Pekín luce su progreso con su mayor desfile militar y civil

Pero no se trata solo de una parada militar para mostrar su último armamento, como los misiles hipersónicos Dongfeng-21, que pueden llegar a EE.UU. en media hora y soltar diez cabezas nucleares en distintos objetivos. Además, un desfile con carrozas civiles ha recordado los logros alcanzados por la República Popular China desde su fundación en ese mismo lugar el 1 de octubre de 1949. Pero solo un público seleccionado ha podido presenciar el desfile, ya que la mayoría de los pequineses son obligados a quedarse en su casa y no salir a la calle para verlo por televisión.

El progreso es también el motivo de la muestra que alberga el Centro de Exposiciones de Pekín, un museo de estilo soviético al oeste de la capital. Desde la proclamación por parte de Mao Zedong, el «padre de la patria», hasta la «reforma y apertura» al capitalismo emprendida tras su muerte por Deng Xiaoping, la exhibición es otro alarde de la propaganda comunista que pasa de puntillas por catástrofes que dejaron millones de muertos como el «Gran Salto Adelante» (1958-62) y la «Revolución Cultural» (1966-76). O, sencillamente, se «olvida» de la masacre de Tiananmen en 1989. Siguiendo con su culto a la personalidad, la exposición dedica varias salas al presidente Xi Jinping , que hoy vuelve a lucirse como el nuevo Mao de China.