La Policía de París ha puesto en marcha patrullas encargadas de vigilar que los comercios de la capital gala cumplen con las restricciones de la pandemia. Los policías han llevado a cabo controles sorpresa en panaderías y pastelerías de la ciudad que permanecían abiertas a ... pesar del toque de queda impuesto durante la tercera ola. Los infractores se enfrentan a multas económicas y dos semanas de cierre. Los restaurantes sólo pueden abrir para mantener operativo el servicio a domicilio. El Gobierno de Macron ha preferido imponer el toque de queda de seis de la tarde a seis de la mañana en vez de establecer un nuevo confinamiento. Los parisinos se quejan de las nuevas medidas y las consideran demasiado estrictas. Cerca de 800 agentes se han desplegado por todo París para dar con tiendas clandestinas o multar a gente que no use la mascarilla. -Redacción-
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