El Papa pide «unidad de cristianos y musulmanes en la oración» tras el ataque a la mezquita de Quebec

Las seis víctimas eran hombres de 39 a 60 años de edad, que estaban realizando las oraciones de la tarde cuando fueron ametrallados por dos individuos. Hay también ocho heridos, cinco de ellos graves en cuidados intensivos en el hospital Nino Jesús de Quebec.

El Vaticano ha manifestado el lunes «plena solidaridad a los musulmanes de Canadá , asegurando su ferviente oración por las víctimas y sus familias», según un comunicado del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, que condena «con tristeza e indignación el cruel atentado contra fieles musulmanes reunidos en oración en un lugar de culto».

Por una coincidencia, el cardenal arzobispo de Quebec, Gerald Cyprien Lacroix se encontraba en Roma en el momento del atentado, y el Papa Francisco le ha dado personalmente el pésame el lunes a las siete y media de la mañana, justo al acabar la misa en la capilla de la Casa Santa Marta.

El dolor y la preocupación eran visibles en el rostro del Papa, muy preocupado por la violencia de los fanáticos y las nuevas tensiones que está creando el nuevo presidente de Estados Unidos al discriminar religiosamente a los refugiados. Su orden ejecutiva crea división religiosa dentro de Estados Unidos y en los países bombardeados por su ejército.

Precisamente el lunes, el patriarca de los católicos caldeos de Irak, Louis Sako, ha advertido que rechazar refugiados musulmanes y dar preferencia a refugiados cristianos es una discriminación que pone todavía más en peligro a los cristianos de Irak, vistos como «protegidos» de Estados Unidos, la potencia que, según datos del Pentágono, ha lanzado en 2016 un total de 26.171 bombas en Siria, Irak, Afganistán, Libia, Yemen Somalia y Pakistán, todos ellos países de mayoría musulmana.