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Ofensiva talibán contra el consumo de heroína y cristal en Kabul

Tras llegar al poder, han desplegado patrullas que envían a los drogadictos a centros de desintoxicación

Afganistán es el mayor productor mundial de opio, genera el 80 por ciento del tráfico en el planeta

Momento en el que afeitan la cabeza de uno de los drogodependientes ingresados en el Hospital Avicena para su desintoxicación BULENT KILIC / AFP
Mikel Ayestaran

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Bajo los puentes de Kabul han tardado dos meses en darse cuenta de la llegada del ‘emirato’. Un ejército de toxicómanos sobrevive a orillas del río que atraviesa la capital en condiciones infrahumanas. Tirados entre la basura, acuclillados mientras preparan la dosis, están a ... la vista de todos, pero nadie quiere verlos. Los talibanes han heredado armas y vehículos del anterior gobierno, pero también problemas como el de la creciente adicción a la heroína y al cristal (metanfetamina) y tratan de atajarlo con mano dura. Estos problemas crecieron durante su mandato en la sombra en amplias zonas del sur en las que convirtieron el cultivo de amapola –de donde extraen goma de opio que se refina en morfina y heroína– y su tráfico al exterior su principal fuente de ingresos.

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