Objetivo: Albert y Roque
Responsables operativos del CNI se han trasladado a la zona del secuestro para liberar a los dos últimos cooperantes. Hay optimismo sobre el desenlace
Objetivo: Albert y Roque
El Gobierno no oculta cierto sinsabor por no haber logrado liberar al mismo tiempo a los tres rehenes españoles secuestrados por Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI), pero trata de hacer ver que las negociaciones con los terroristas no son una ciencia exacta y que ... no es la primera vez que se divide un grupo de rehenes dejando a unos libres y a otros no. Por eso, tras el fin del cautiverio de Alicia Gámez, el objetivo es, sin fijarse plazos concretos, hacer lo mismo con Albert Vilalta y Roque Pascual.
Dentro de la discreción habitual, desde distintas instancias del Ejecutivo e incluso desde otras fuentes de máxima solvencia que trabajan directamente en la liberación, se refleja cierto optimismo ante una próxima resolución del secuestro de los dos compañeros de Gámez.
El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sigue desplegando efectivos en países de la región para tratar de no dar puntada sin hilo. Los espías no pierden de vista el mensaje lanzado por los secuestradores de los cooperantes españoles, que sin anunciarlo como otras ocasiones a través de su aparato propagandístico en internet, dieron a entender la semana pasada que la liberación de los españoles pasa por ser intercambiados por presos de la banda encarcelados en Mauritania.
De esta forma hacían ver que no es momento de lanzar leña al fuego y que queda una parte importante de las negociaciones por sacar adelante. Mientras eso se produce, las palabras de la joven Alicia Gámez, que habló incluso de buen trato por parte de sus captores, contrastaron con el duro relato de las condiciones de su secuestro que hizo hace dos semanas el francés Pierre Camatte, que no ahorró en descalificaciones hacia los terroristas que lo mantuvieron en el norte de Malí.
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