Obama plantea una respuesta internacional a la barbarie del régimen de Gadafi

Según Obama, su prioridad en estos momentos pasa por proteger las vidas de ciudadanos de Estados Unidos. Pero según el presidente, la política americana ante las rebeliones democráticas que en cadena protagoniza el mundo árabe se guía por un "conjunto de principios fundamentales". Entre ellos, la condena al derramamiento de sangre. Lo cual implica directamente a Libia con cientos de víctimas mortales de acuerdo a las estimaciones de organizaciones internacionales de derechos humanos.

El presidente ha insistido en que el uso de la fuerza realizado por el gobierno de Gadafi "viola normas internacionales y cualquier estándar de decencia común". Para el ocupante de la Casa Blanca, los derechos fundamentales del pueblo de Libia -a manifestarse pacíficamente, a la libertad de expresión y la auto-determinación- no "son negociables". Además de insistir en que la ofensiva democrática en el mundo árabe es un fenómeno político genuinamente interno, sin influencia extranjera.

Obama también ha recalcado que el mundo "habla con una sola voz" en el caso de Libia, como ha quedado demostrado en la unánime condena ya formulada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El presidente se ha comprometido a formular una respuesta común: "Esto no es algo que sólo preocupe a Estados Unidos. Todo el mundo está observando y nosotros vamos a coordinar nuestra asistencia y medidas para reclamar responsabilidades con la comunidad internacional".

Con este objetivo multilateral, Obama ha anunciado que la secretaria de Estado se desplazará este lunes a Ginebra para una reunión especial del Consejo de Derechos Humanos. Según Hillary Clinton: "Este el momento para que la comunidad internacional actúe conjuntamente para enviar un claro mensaje al gobierno libio sobre lo inaceptable de su violencia y su responsabilidad". Para la responsable diplomática, "todas las opciones se encuentra sobre la mesa" para terminar con los delitos contra la humanidad atribuidos al régimen de Gadafi.

Por su parte, el secretario de Defensa ha reconocido los problemas del gobierno de Estados Unidos para encontrar sentido a la rápida sucesión de acontecimientos en Libia. Según Robert Gates, las Fuerzas Armadas libias han alcanzado un punto de "fragmentación". Además de apuntar la dificultad que supondría para el Pentágono establecer una zona de exclusión aérea sobre Libia, tal y como se ha solicitado en el marco de la ONU. A su juicio, esa opción militar debería recaer en aliados europeos como Francia o Italia.

La Casa Blanca también ha señalado este miércoles a dos miembros del régimen de Irán por graves violaciones de derechos humanos. La designación, que viene acompañada de sanciones financieras y de visados, afecta a Abbas Jafari Dolatabadi, fiscal general de Teherán, y Mohammed Reza Naqdi, comandante de las milicias Basij. Al comunicar esta decisión, la Administración Obama ha reiterado que "Estados Unidos reafirma su respaldo a todos aquellos en Irán y alrededor del mundo que están luchando para que sus voces sean escuchadas y sus derechos respetados".