Obama lanza la mayor ofensiva en nueve años de guerra en Afganistán
Desde antes de que amaneciera este sábado, tropas de la Alianza Atlántica encabezadas por efectivos Estados Unidos protagonizan la ofensiva más anticipada desde que el presidente Barack Obama ordenase en diciembre una escalada militar en la que considera como "guerra necesaria" de Afganistán.
Con el ... respaldo de fuerzas locales y sesenta helicópteros, el objetivo de este avance es la localidad de Marjah, considerada como uno de los mayores bastiones de la insurgencia talibán.
La incursión, que cuenta también con efectivos de Gran Bretaña y Canadá, se ha encontrado con resistencia limitada por parte del enemigo, bombardeado previamente. Aunque todo un peligroso laberinto de minas y trampas explosivas ha conseguido ralentizar el ímpetu de las tropas aliadas en un terreno lleno de canales de irrigación que limita el uso de blindados.
Según una arenga previa por parte del general John Nicholson, responsable de los "marines" en primera línea de fuego, el mensaje para los talibanes es el siguiente: "Será fácil o duro pero vamos a llegar. Al final, la bandera afgana ondeará sobre Marja".
Junto a la expulsión de los insurgentes, la llamada "Operación Mushtarak (que significa "juntos" en Dari) aspira a restablecer la autoridad del gobierno de Kabul en el sur de Afganistán. Por eso, tras los combates que pueden prolongarse varios días, los aliados tienen la prioridad de facilitar servicios públicos y asegurar la defensa de los 125.000 habitantes estimados en esa zona de la provincia de Helmand. Todo con el fin de impedir el retorno de los talibanes como ha ocurrido en anteriores operaciones similares.
La mayor ofensiva en nueve años
Los comandantes de la OTAN han presentado esta ofensiva conjunta como la mayor en toda la guerra de Afganistán iniciada hace nueve años. Pero con insistencia en evitar comparaciones con la devastadora toma de Faluya en Irak, en noviembre del 2004. Ante el avance sobre Marja anunciado desde hace varias semanas, se ha registrado un cierto trasiego de refugiados afganos. A pesar de que los talibanes han disuadido la salida de civiles de las posiciones utilizadas durante los últimos tres años para lanzar ataques, construir bombas y procesar el opio que financia sus actividades.
La entrada en Marja, en la que participan unos 20.000 efectivos, supone el comienzo de un esfuerzo militar de varios meses para tomar el control de un arco de más trescientos kilómetros que segregue un 85% de la población en las provincias de Helmand y Kandahar, donde los talibanes tienen una mayor presencia. El plan adoptado aspira a contener la iniciativa del enemigo que durante el 2009 fue capaz de causar 520 bajas mortales en las filas aliadas, el mayor número desde el inicio de ese conflicto tras el 11-S. A través de negar al adversario la esperanza de victoria, se aspira a forzar una eventual solución política.
Por el momento, la coalición no ha informado de bajas entre sus filas pero tres soldados de Estados Unidos perdieron ayer la vida en un atentado contra una patrulla en otra parte del sur de Afganistán. Las fuerzas del gobierno de Kabul sí que han confirmado veinte insurgentes muertos y once prisioneros, la incautación de un pequeño arsenal y la detención del gobernador "en la sombra" nombrado por los talibanes para la zona de Marja.
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