Nicolasito da un paso al frente y gana poder político

A diferencia de su padre, Nicolás Maduro Moros , que vive escondido en una fortaleza militar en Caracas, Nicolás Ernesto recorre con mucha más soltura los barrios pobres de la capital y despierta en las juventudes cierto aire de fascinación. No en vano lidera la sección juvenil del partido oficial PSUV, que tiene más de dos millones de afiliados, aunque de tapadera figure como secretaria general Rodbexa Poleo.

Nicolás Ernesto conquista espacios sigilosamente. Su triunfo más reciente fue obtener 200 escaños para las juventudes del PSUV, entre diputados principales y suplentes de la nueva AN. Solo los parlamentarios principales constituyen el 40% de la Cámara. Borregos que siguen órdenes directas y reportan a sus oídos movimientos internos de la AN que controla Jorge Rodríguez, su mayor adversario político. Los diputados están, en sus palabras, «a la orden del alto mando de la revolución».

Cada vez se perfila más como sucesor de su padre. Su viaje en 2019 a Corea del Norte encendió todas las alarmas en la oposición de un posible traspaso de poder al estilo del dictador Kim Jon-un . Un escenario poco favorable para los hermanos Rodríguez, que aspiran un día llegar a la Presidencia.

El vástago, que el mes que viene cumple 31 años, también ha aprovechado el linaje para meterse en negocios que lo vinculan con esquemas astronómicos de corrupción. Un diputado opositor le ha puesto el mote del ‘rey del coltán’ por participar en la explotación ilegal de minerales en el Arco Minero venezolano, el área más rica del país.

Nicolás Ernesto se prepara para asumir el rescate económico y, por eso, es el vicepresidente de la comisión de Finanzas de la AN donde se están redactando las leyes del «nuevo modelo de desarrollo económico». Entre ellas la ley de emprendimiento y la de zonas económicas especiales, que busca incentivar la inversión extranjera a través de un opaco blindaje jurídico para que no se tenga información de las empresas que comercian con el Gobierno y evitar las sanciones.

Al tanto de la importancia que tiene para el chavismo la comunicación y propaganda, el también diputado ha desarrollado su faceta de ‘showman’ a través de un programa trasmitido por sus redes sociales llamado ‘Maduro Guerra Live’. Una hora en entrevista y hace monólogos que lo preparan para reproducir en un futuro los grandes maratones televisivos a los que su padre somete al pueblo.