Miles de turcos exigen «justicia» por el asesinato del periodista Dink cinco años después del crimen

Por ello, decenas de miles de personas han colapsado hoy la Avenida de la República, y sin duda, el hecho de que el aniversario haya caído en un día laborable ha reducido mucho la asistencia. Pero el caso Dink está en boca de todos, copa las portadas de los periódicos, los programas de televisión, los comentarios de Facebook. «El juicio [por el asesinato de] Hrant Dink es muy importante. Es especialmente sensible dado que concierne a uno de nuestros ciudadanos no musulmanes. Es una prueba de fuego para nosotros», ha declarado esta mañana el presidente de la República, Abdulá Gül .

La sentencia ha sido tan polémica que el Ministro de Justicia, Sadullah Ergin , ha tenido que recordar públicamente que «el juicio no ha terminado», y que la decisión del tribunal está en proceso de apelación. El mismo juez, Rüstem Eryilmaz , ha indicado su malestar por la situación.

«Debe haber algunos instigadores. Es mi opinión personal. Pero para aceptar esta situación como un hecho legal, debe haber evidencias. Dado que las expectativas eran muy altas en este caso, la sentencia no ha satisfecho a nadie», ha dicho el juez en una entrevista con el diario «Vatan». «Si me preguntas si estoy personalmente satisfecho, te diría que no, puesto que creo que hay más instigadores. Pero es la mejor sentencia que se puede dictar de acuerdo con las evidencias del expediente», ha declarado.

No obstante, Eryilmaz también ha admitido haber estado «bajo presión» debido a la relevancia pública del suceso. «Queríamos cerrar el caso lo más rápido posible», ha asegurado, indicando que no se habían examinado algunas pruebas que no estaban en el sumario, como las grabaciones de las conversaciones telefónicas entre los imputados. « No había suficientes evidencias disponibles para probar legalmente una organización ; se puede abrir otra investigación si evidencias adicionales», ha concluido.

Demasiado poco para los manifestantes que, este mediodía, han marchado durante aproximadamente dos kilómetros hasta la sede de la revista «Agos». En el camino, se han sucedido los gritos que pedían justicia, así como los eslóganes contra el gobierno, a quien muchos acusan de «complicidad» a la hora de garantizar «la impunidad para los asesinos». Al frente, los altavoces de un camión dictaban los lemas, o, en algunos momentos bastante emotivos, entonaban melancólicas canciones armenias y turcas.

Al final de la marcha, la periodista Karin Karakasli , también de origen turco-armenio, ha leído un duro comunicado: «Queremos terminar con esta vergüenza. Nos dicen que el caso se ha cerrado. Pero el caso Dink no es un expediente que pueda cerrarse. El caso Dink es una herida».