Mubarak: «No voy a salir del país en este momento difícil»

«No voy a salir del país en este momento difícil y apoyaré a todo aquel que quiera ayudar a Egipto», ha dicho el mandatario, que modificará -siguiendo las recomendaciones del recientemente creado comité de expertos- cinco artículos de la Constitución y eliminará otro para facilitar la «alternancia en el poder" y abrir la puerta al fin de la Ley de Emergencia, vigente desde 1981.

«Mi respuesta a vuestras demandas es una obligación que no tiene vueltas atrás. Vuestras demandas son justas y legítimas», ha indicado Mubarak, que ha querido dejar claro en su intervención que no tolerará ninguna orden procedente del extranjero. «Lo que es inaceptable es responder a imposiciones del exterior, cualquiera que sea su procedencia», ha manifestado el presidente.

Mubarak ha recordado a las víctimas de la revolución -que dejaría unos 300 fallecidos- y ha prometido que no dejará «de castigar a los que las produjeron». «La prioridad ahora es restaurar la confianza entre los egipcios», ha indicado el mandatario, que ha insistido en que «el cambio y la transformacion que ahora comienzan nunca podrán ser revocados».

El anuncio de Mubarak se produce tras muchas horas de tensión, después de que a primera hora de la tarde el primer ministro egipcio, Ahmed Shafiq , asegurase que el presidente estaba considerando la posibilidad de renunciar al poder. Poco después era el secretario general del gobernante Partido Nacional Democrático, Hossan Badrawi , el que manifestaba a la cadena pública británica BBC que el mandatario «probablemente» comunicaría esta misma noche su decisión a la nación. Badrawi dijo que esperaba que Mubarak dejase el cargo hoy mismo.

Las esperanzas de los miles de manifestantes que abarrrotaban la plaza Tahrir de El Cairo de ver cumplidas sus expectativas aumentaban cuando un comandante del Ejército egipcio se dirigía a la multitud para asegurar: «Todo lo que queréis se cumplirá».

Pero mientras por un lado todo apuntaba a una inminente salida de Mubarak del poder -incluso se informó de que se habría desplazado al enclave turístico de Sharm el-Sheikh-, otras fuentes aportaban datos contradictorios y desmentían lo anterior. «Sigue en su puesto. Todo está normal. Todo está aún en manos del presidente», explicaba el primer ministro Shafiq, el mismo que antes había deslizado la posible renuncia de Mubarak. Más tarde, era el ministro de Información el que negaba que el presidente estuviese a punto de dejar el cargo. «Definitivamente no va a dimitir», dijo poco antes de la intervención televisada.