Mojtar Belmojtar, el emir del desierto

El terrorista argelino mantiene secuestrados a los dos españoles. Buen conocedor del desierto y «businessman» de Al Qaida, huye de lujos

El terrorista que según varias fuentes en Malí y Mauritania mantiene secuestrados a los cooperantes catalanes Albert Vilalta y Roque Pascual es un histórico de la «yihad» (guerra santa) en Argelia que amplió miras hacia el sur. Desde hace años es el hombre fuerte de ... Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI)en la región del Sahara-Sahel. Por eso Mojtar Belmojtar, nacido el 1 de junio de 1972 en Ghardaia (Argelia), según los datos de su ficha en Interpol, es conocido como el emir del desierto.

Como otros yihadistas, Belmojtar se forjó en la escuela afgana, en cuyos campos de entrenamiento fue adiestrado cuando tenía 19 años, época en la que tuvo contactos con el egipcio Abu Musab al Zarkawi. De regreso a Argelia adquirió un papel destacado como lugarteniente de Amari Saifi, alias Abderrazak «El Para». Junto a él ejecutó en 2003 el primer gran secuestro de occidentales en el norte de África, una treintena de turistas. Así sentaron las bases de los secuestros actuales.

De esta forma Belmojtar acabó siendo el emir de la conocida como «zona 9» del antiguo Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) sobre el que nació AQMI en 2006. Esa «zona 9» comprende el sur de Argelia y el norte de Mauritania, Malí y Níger, por donde transcurren las rutas del tráfico de drogas, tabaco, armas, coches robados y hasta emigrantes clandestinos. La región acoge también campos de adiestramiento de terroristas.

Fue emir oficial hasta que se enfrentó a Abdelmalek Droukdel cuando se aupó a este como máximo responsable del GSPC. «El hecho de que Belmojtar fuera relevado alimentó la posibilidad de que pudiera empezar a actuar de manera semiindependiente, especialmente desde que comenzó a temer por su vida por sus desavenencias con Droukdel», opina el profesor surafricano Aneli Botha.

El ataque de Lemghety

En junio de 2005 fue el líder de la acción más mortífera del GSPC en la región, el ataque a una base del Ejército en Lemghety, en Mauritania, donde mataron a quince militares. Isselmu Uld Mustafa, especialista en terrorismo yihadista, apuntó desde un principio a la influencia de Belmojtar en la zona para responsabilizarlo del secuestro de Vilalta, Pascual y Gámez.

Una de las claves del triunfo de Belmojtar en Malí es su sintonía con los jefes de tribu locales. Llegó a casarse con varias jóvenes. Estos vínculos han hecho de él un hombre fuerte, un auténtico Robin Hood que reparte entre los vecinos sus botines y un auténtico «businessman» para la franquicia de Bin Laden en el norte de África, aunque huye de la ostentación y el lujo.

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