México, un inicio de año funesto con los datos de la violencia disparados
A pesar del confinamiento, los homicidios se han avivado, recordado que el país es uno de los más peligrosos de América
Búsqueda de fosas clandestinas en Ciudad Juárez
Los homicidios se han avivado en México, a pesar del confinamiento, con cifras que superan al 2020 con 78 asesinatos diarios y un incremento en once estados. La lucha entre bandas organizadas, los feminicidios y la impunidad , aparecen como sempiternos problemas.
La corrupción ... a gran escala, menor y política, la inmigración con caravanas que comprometen hasta al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y actualmente la pandemia, superando más de 165.000 víctimas y una posible nueva cepa en el horizonte, empachan a México, y los titulares, por doquier. Pero si hay una obsesión que lo embarra y silencia todo, esa es la violencia que provoca lágrimas en cada mexicano. «Nuestra vida es un diario aprendizaje de la muerte », escribió Octavio Paz en su libro «El laberinto de la soledad», la obra más célebre del premio Nobel en Literatura, como infausto auspicio de su tierra.
En enero de 2021, hubo 2.379 víctimas por homicidio doloso , lo que representa una media de 76,6 al día. Los tres últimos días del mes se produjeron 226 asesinatos con Guanajuato, Jalisco, Michoacán y el Estado de México, entre los más violentos. Sin embargo, los datos de enero de 2019 fue el más problemático desde que se tienen registros, con 2.853 asesinatos.
Los datos son concluyentes: en 2020 se mantuvieron los homicidios en los mismos niveles de hace dos años, e incluso crecieron en once estados mexicanos. Tal y como informa «Animal Político», la descabellada lista es larga: un exgobernador, seis periodistas, tres alcaldes en funciones, casi medio millar de policías, más de mil menores de edad y cerca de 3.500 mujeres perecieron en circunstancias violentas. Un ejemplo a vuelapluma atestigua los 73 asesinatos en la festividad de Año Nuevo, aunque el 5 de junio pasado se batió cifra en 117. En marzo, quebró la estadística, mediante 83,4 cada jornada. La comparativa impacta, ya que en tres días entre la población mexicana se superan en 61 las víctimas del 11-M. Para colmo el Covid-19 convirtió el 2020, al registrar 753.000 fallecimientos, como el año con más muertes en la historia de México.
Incremento homicidios dolosos
Andrés Manuel López Obrador presentó su informe de Gobierno el pasado 1 de diciembre, en el que admitió un incremento de los homicidios dolosos en un 3.8% , los feminicidios con un 8,9% y la extorsión al alza con un 21%, respecto al 2018, el peor año. Se redujo un 29% los secuestros, un 23% el asalto a la vivienda y un 30% el robo al transeúnte.
El Instituto de Economía y Paz dicta que sólo se llega a resolver el tres por ciento de los delitos que se denuncian en México. El elefante en la habitación tiene nombre y se denomina impunidad. Y eso sin contar con las más de 82.000 personas desaparecidas ni con los cuerpos localizados en fosas comunes a lo largo del año. La probabilidad de recibir un castigo tras cometer un delito es mínima, comparada con otros estados con un sistema que peca de profundas grietas para que las víctimas puedan acceder a la justicia de forma eficaz. Según Laura Alejandra Londoño , para la web «El mundo de el abogado»: «No se cuenta con unidad de criterios para resolver y solventar los nudos procesales y probatorios que son como una Torre de Babel donde se reclama la estabilidad jurídica que deriva de la certidumbre de las decisiones».
Europa Press destaca que el país lleva más de una década inmerso en un recrudecimiento de la violencia «marcada por los enfrentamientos entre cárteles y grupos organizados con las fuerzas de seguridad del país». Además, la ONU México denuncia que siete de cada diez mujeres han padecido algún tipo de violencia. «Las emergencias humanitarias, los desastres, las crisis económicas y la pandemia generan, para las mujeres y las niñas, mayores riesgos de padecerla», sentencian. El virus «podría revertir décadas de progreso en los derechos y la igualdad de género», como demuestra el 1% de aumento en las llamadas de emergencia relacionadas con algún incidente violento al filo de el millón. ¿Hasta cuando? Quizás la solución para la sociedad mexicana aguarde también en una célebre frase feminista: «Me podréis romper la mano, pero nunca la voz».