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ATENTADOS TERRORISTAS

Daesh responde tras sus retrocesos en el frente con una matanza en Bagdad

Mueren al menos 93 personas, la mayoría chiíes, en tres atentados con coches bomba

El atentado en Ciudad Sadr, situada en el este de Bagdad REUTERS

MIKEL AYESTARAN

Las autoridades estadounidenses e iraquíes insisten en que el «califato» yihadista pierde terreno en Irak , y están en lo cierto, pero los terroristas de Daesh volvieron a demostrar su capacidad de golpear en Bagdad. Al menos 93 personas perdieron la vida después de la explosión de tres coches bomba en la que fue la jornada más sangrienta de Daesh durante este año. El primer ataque dejó al menos 64 muertos y se produjo por la mañana en el mercado Areeba de Sadr City, uno de los barrios más populares de Bagdad, donde viven más de 2,5 millones de personas, todas ellas chiíes, comunidad odiada por los yihadistas.

La gente del barrio hacía la compra en el momento en el que una furgoneta que aparentaba ir cargada con verduras aparcaba en pleno mercado antes de estallar y sembrar el lugar de muerte. Mujeres, niños… Daesh reivindicó casi de forma inmediata el ataque contra quienes denominó « milicianos de la Multitud Renegada » (forma despectiva de referirse a las Unidades de Movilización Popular, las milicias chiíes que forman la primera línea de combate frente a Daesh tras el descalabro del Ejército iraquí en el verano de 2014), según el comunicado difundido a través de las redes sociales. Sin embargo, las víctimas fueron una vez más los civiles que hacían la compra en ese momento.

Sadr City volvía a ser el escenario elegido por los yihadistas de «Wilayat Bagdad» (Provincia de Bagdad, nombre de la facción de Daesh que opera en la capital), que en febrero asesinaron a 73 personas en el mismo lugar.

Los otros dos atentados se produjeron casi de forma simultánea durante la tarde. El primero, en el puesto de control de acceso a Kazimia, distrito del noroeste donde se encuentra el mausoleo del imán Musa al Kazem, de gran devoción entre los chiíes, el aniversario de cuya muerte fue celebrado a principios de mes. Murieron 17 personas. A los pocos minutos otra explosión contra un puesto de control, esta vez en el distrito de Al Jamia donde hay presencia de suníes , mató a una docena de personas.

Como en los años más duros

Tras una mejora en los niveles de seguridad, los ataques de Daesh han devuelto a Irak a las cifras de bajas de los a ños más duros de la guerra sectaria que sucedió a la invasión estadounidense. Daesh asumió también estos dos atentados suicidas e insistió en que el objetivo fueron milicianos chiíes.

Los iraquíes viven bajo la amenaza permanente de los coches bomba desde 2003. En las redes sociales no tardó en aparecer el descontento de unos ciudadanos hartos de la falta de seguridad y de que, antes Al Qaida y ahora Daesh, sean capaces de burlar los controles policiales casi a diario. Piden responsabilidades, pero el país lleva un mes sin gobierno y con una crisis abierta entre los partidos chiíes debido al enfrentamiento entre el ex primer ministro Nuri al Maliki y el clérigo Muqtada al Sadr, cuyos seguidores llegaron a asaltar el Parlamento en la Zona Verde.

La jornada de ataques en Bagdad coincidió con el anuncio por parte de las autoridades de la recuperación de dos tercios de la superficie antes bajo control de Daesh tras los avances militares en Ramadi, Tikrit o Baiji. «La presencia de Daesh ha disminuido. Llegaron a tener el 40 % de Irak, pero ahora no superan el 14% », aseguró el portavoz del Gobierno. Los iraquíes han anunciado en varias ocasiones el inicio de las operaciones para retomar el control de Mosul, capital del califato en el lado iraquí, y esperan conseguirlo este 2016, pero de momento los únicos combates en la provincia de Nínive se registran en el área del Majmour, unos 60 kilómetros al norte.

«Pierden terreno»

Las autoridades insisten en que los ataques de Daesh en Bagdad son la muestra de que pierden terreno y necesitan dar una respuesta en plena capital para demostrar a los suyos que siguen siendo una amenaza. Esta es la misma teoría que defienden desde EE.UU., aliados de Irak en la lucha contra Daesh. El general de división estadounidense Gary Volesky, jefe de las fuerzas terrestres en la misión contra el califato, aseguró que « el enemigo no para de perder terreno y ahora recurre a estos ataques desesperados », los más sangrientos de este 2016.

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