Más kilotones, menos diálogo
En una escalada adicional sobre armas de destrucción masiva y la aparente imposibilidad de encontrar acuerdos negociados para contener su proliferación, el régimen estalinista de Corea del Norte ha realizado esta madrugada una prueba nuclear subterránea con una carga estimada por fuentes militares de Rusia ... en torno a 20 kilotones, comparable a las bombas que precipitaron el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945.
El ensayo efectuado en la zona más al norte del llamado Estado Ermitaño es mucho mayor que el realizado con anterioridad en octubre del 2006 con una carga entonces calculada en menos de un kilotón -o el equivalente a mil toneladas de TNT. Además, la detonación de esta madrugada se ha visto acompañada por el lanzamiento de una salva de misiles tierra-aire de corto alcance.
Esta combinación de cargas nucleares y misiles balísticos especialmente desestabilizadora y que se mezcla con el descarrilamiento de los incentivos para que Corea del Norte abandonase sus esfuerzos de proliferación nuclear. Sin olvidar tampoco la sucesión pendiente del dictador Kim Jong Il, que el verano pasado ya habría sufrido un infarto cerebral leve.
Sin entrar en detalles sobre posibles acciones, el presidente Barack Obama ha calificado el desafío norcoreano como "una cuestión de grave preocupación para todas las naciones". Según el líder de Estados Unidos, país que justo hoy celebra el día en memoria de los caídos, "estas acciones, aunque no suponen una sorpresa dadas las declaraciones y acciones hasta la fecha por parte de Pyongyang" no dejan de constituir "una amenaza para la paz y la seguridad internacionales". Dentro de ese tono multilateral, en las próximas horas se espera una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas bajo la presidencia rotatoria de Rusia.
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