La maldición del incendio en la porteña sala Cromañón
La maldición del incendio de la sala de fiestas Cromañón (30 de diciembre de 2004) donde murieron 193 personas , persigue al grupo argentino de rock Callejeros. Eduardo Vázquez , batería de la banda que tocaba cuando se produjo la tragedia, en ... la que también pereció su madre, prendió fuego a su esposa tras una discusión, según la juez de instrucción Fabiana Palmaghini, que le acusa de “intento de homicidio”. El joven presenta quemaduras en ambos brazos y mantiene su inocencia.
Wanda Taddei , de 29 años, se debate entre la vida y la muerte en el Hospital de Quemados de Buenos Aires. El 60 por ciento de su cuerpo es una pura llaga . Los médicos han inducido a la mujer a un coma farmacológico para evitarle sufrimientos. Según declaraciones de la víctima a una enfermera de la clínica Santojanni, la primera en la que ingresó de urgencia trasladada por su marido, éste había intentado matarla. Los médicos confirmaron que la muchacha, la madrugada de ayer, había recibido una auténtica ducha de alcohol antes de que la mayor parte de su cuerpo ardiera como una tea.
Según informa hoy el diario La Nación, sobre Vázquez pesaban dos denuncias de malos tratos. Una presentada por Wanda Taddei y la otra por el primer esposo de ésta y padre de los dos hijos que convivían con la pareja en un piso del barrio popular de Mataderos.
La noticia ha conmocionado a Argentina, un país que aún no ha superado la muerte de 194 personas –una de ellas suicidada- como consecuencia de aquel incendio. El caso destapó una r ed de corrupción administrativa y policial que permitía el funcionamiento de locales que no cumplían con la normativa de seguridad. Cromañón no estaba acondicionada con material ignífugo y algunas de las salidas de emergencia permanecían cerradas con cadenas que impidieron la evacuación del público. La mayor parte de las víctimas murió por asfixia. El caso le costó el puesto al por entonces alcalde de la ciudad, Anibal Ibarra. Los integrantes del grupo fueron imputados en un juicio posterior pero todos quedaron absueltos. No así el gerente de la sala, Omar Chabán y otros funcionarios.
Eduardo Vázquez, abandonado por su padre a los cinco años, relató en una biografía del grupo, que menciona hoy " Clarín ", los efectos en su vida de aquella tragedia: La ausencia de mi mamá era cada vez peor. Metí la cabeza en un horno. Me sacaron. Un día estaba escuchando Pink Floyd y pensé: Qué lindo día para matarse… Soy un clavo remachado. ¡No me pueden pasar cosas más terribles!.
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