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El laberinto étnico afgano

La diversidad y hostilidad de razas y lenguas es una de las claves que explica la extrema dificultad para el control político y militar de Afganistán; la tuvo Occidente, y pueden tenerla también los talibanes

Afganos rezando este viernes en una mezquita en Kabul REUTERS

Juanjo Sánchez Arreseigor

Afganistán es un país muy heterogéneo. No existe un único grupo claramente mayoritario, lo que ha influido muy negativamente en los 48 años de guerras civiles e invasiones extranjeras que comenzaron con el golpe de estado que derribó a la monarquía en 1973. La jerarquía social depende en gran parte de la etnia ... , como comprobaron los militares españoles que entrenaban a un batallón afgano en 2010. Cuando los reclutas vieron que el rango solo dependía del mérito, protestaron alegando que: «Aquí hay reglas que debéis entender». Era inaceptable que un hazara le diese órdenes a un tayiko o a un uzbeco , o que cualquiera de estos mandase sobre un pastún . Incluso el partido comunista afgano estaba dividido por el tema étnico: La facción Jalq –’las masas’– estaba formado sobre todo por pastunes rurales, mientras que la facción Parchan –’el estandarte’–, eran de origen urbano, incluyendo a muchos no pastunes. Fue el Parcham, el ala supuestamente moderada del partico comunista afgano, quien incitó la invasión soviética de 1979 .

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