Un general de «mano dura», dispuesto a llevar las riendas de Guatemala

Con uno de los índices de violencia más altos del continente y con parte de su territorio (el que hace frontera con México) en manos de los cárteles de la droga, Pérez Molina , un militar retirado que se presenta como el "general de la paz" (participó en las negociaciones con la guerrilla que pusieron fin en 1996 a más de tres décadas de guerra civil y gobiernos castrenses) con una política de "mano dura" contra la delincuencia, es claro favorito según las encuestas.

El general tiene el camino libre hacia la presidencia , una vez que el poder electoral anuló la candidatura de la ex-primera dama, Sandra Torres de Colom , quien se divorció del actual mandatario con el objetivo de burlar la ley que impide a los familiares del jefe del Estado optar a su sucesión.

Los sondeos le otorgan al candidato del Partido Patriota más del 47 por ciento de intenciones de voto . Lo siguen el candidato de Libertad Democrática Renovada, Manuel Baldizón, que ha pasado de tener menos de un 10 por ciento en intención de voto hace unas semanas a contar con el respaldo de más del 20 por ciento del electorado, y Eduardo Suger, de Compromiso, Renovación y Orden, con el 10 por ciento. Los tres son de tendencia conservadora.

De los diez aspirantes sólo hay un candidato de izquierda, la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú , a quien la demoscopia concede apenas un 2,6 por ciento de los sufragios.

Durante la campaña, sus rivales le han recordado a Pérez Molina su posible implicación en asesinatos de indígenas y su responsabilidad en la muerte del guerrillero Efraín Bámaca (según la Corte Interamericana de Derechos Humanos fue asesinado en instalaciones de la Dirección de Inteligencia Militar, de la que Pérez Molina era máximo responsable).

Ese baldón no parece importarle a un país donde uno de cada cuatro ciudadanos dice haber sido víctima de algún delito y en el que dos de cada tres encuestados consideraron la inseguridad como su principal preocupación. Así, el militar, igual que varios de sus rivales, ha prometido ejemplaridad contra el crimen e incluso deja ver la posibilidad de restaurar la pena de muerte.

En estos comicios, 7.300.000 guatemaltecos tienen oportunidad de elegir también a 158 diputados del Congreso, alcaldes y concejales de 333 gobiernos municipios y veinte diputados al Parlamento Centroamericano. Las previsiones apuntan a una baja participación , debido a que el Gobierno, alegando falta de recursos, no subsidiará el transporte público.

Además, el sector privado rehusó conceder el lunes como día de asueto, lo cual retraería de presentarse ante las urnas a los votantes del interior que viven y trabajan en la capital.