España rompe con Gadafi y abraza a los rebeldes
La ministra de Exteriores insiste en Bengasi en que la oposición es quien representa al pueblo libio
No habrá más fotos en la jaima, ni regalo de caballos, ni sacrificio de cabras como nos tenían acostumbrados los mandatarios españoles. El Gobierno ha roto con el régimen de Muamar Gadafi, con el que no se mantienen ya contactos. La visita hoy miércoles de ... la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez , a Bengasi, capital de la Libia rebelde, eleva aun más las relaciones bilaterales de Madrid con la oposición y agranda el abismo con el dictador.
España quiere una Libia libre, unida y democrática donde "todo el mundo pueda expresar sus aspiraciones legítimas" , ha señalado la jefa de la diplomacia española. Y esto, según ella, sólo es posible ahora de la mano del Consejo Nacional Transitorio (CNT), "el legítimo representante del pueblo libio". El "único", ha llegado a decir satisfecho Ali El Essawi, vicepresidente del CNT y su responsable de Asuntos Exteriores.
La ministra ha sido recibida por Mustafa Abdeljalil, presidente del CNT y ex ministro de Justicia de Gadafi. Abdeljalil le daba las gracias al pueblo español mientras estrechaba la mano de Jiménez. "Nunca se volvió a hablar con el régimen de Gadafi una vez empezó la revolución", ha destacado Jiménez. "Había perdido su legitimidad al haber atacado a su población".
"España fue el primer país en decir que Gadafi no tiene legitimidad y ha apoyado al pueblo libio desde el principio" , ha señalado Ali El Essawi, que además insistió en haber recibido el compromiso de la ministra en la construcción de la nueva Libia post-Gadafi.
Mecanismo financiero
Éste será una de las misiones del grupo de contacto para el país magrebí que se reune mañana jueves en Abú Dabi, capital de Emiratos Árabes Unidos, donde también estará Jiménez. Una de las grandes incógnitas será saber cómo va a sobrevivir en el corto y medio plazo el CNT. Para ello ese grupo, del que forma parte España, trata de diseñar un mecanismo financiero que permita sostenerlo.
La ayuda española fue de las primeras en entrar en el país tras las revueltas. Hasta el momento ha financiado 33 vuelos para repatriar refugiados y han enviado alimentos, material de emergencia y medicinas. Todo por valor de casi cinco millones de euros. El Gobierno ha aprovechado además el viaje de la ministra para añadir un millón más.
«No existen relaciones bilaterales con Trípoli», admite
El encuentro con el CNT se trata de "un gesto de apoyo importante", reconocía la jefe de la diplomacia a los periodistas que la acompañan. "No tenemos ningún contacto" con la Libia oficial y "de facto" no existen relaciones bilaterales con Trípoli, añadió durante el vuelo.
Esta es la realidad a pesar de que España no ha anunciado que haya roto esas relaciones y a pesar de que el embajador de Gadafi y su representación siguen abiertas en Madrid. No serán expulsados "salvo que lleven a cabo alguna actividad ilícita", explica Jiménez, como llevar a cabo labores de inteligencia.
El Ejecutivo español ya había dado un importante abrazo a los opositores al enviar hace dos meses como representante diplomático en Bengasi a José Riera . No lo llaman embajador ni oficialmente puede serlo, pero a efectos prácticos lo es. Riera, al que podría unirse más personal de Exteriores próximamente, vive en un hotel de Bengasi custodiado por dos policías españoles, el que era jefe de seguridad de la Embajada en Trípoli y uno de sus ayudantes.
La legación española en la capital libia lleva cerrada desde poco después de que estallara el conflicto en febrero. Sólo el número dos, Diego Ruiz Alonso , regresó varias semanas para gestionar la liberación del reportero asturiano Manu Brabo, capturado por hombres de Gadafi en el frente a principios de abril y liberado casi mes y medio después. José Luis Rodríguez Zapatero ni siquiera se quiso poner al teléfono con el primer ministro del líder libio mientras estaba el fotógrafo español en sus manos.
Jiménez ha llegado a Bengasi, segunda ciudad de Libia, siguiendo la estela de sus homólogos de Polonia, Italia. Gran Bretaña y la Unión Europea. En la ciudad, además de España, cuentan ya con representación Italia, Francia, Gran Bretaña, Malta, Dinamarca, Turquía, Catar y la Unión Europea. Con Trípoli cada vez más aislada, Bengasi se ha convertido en una especie de nueva capital Libia.
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