La izquierda entra en crisis con el Gobierno de Draghi
El secretario general del Partido Democrático (PD), Nicola Zingaretti, dimitió el pasado jueves por las guerras intestinas en su partido
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Iniciar sesiónEn plena emergencia sanitaria y crisis socioeconómica, la izquierda italiana vive un terremoto político a causa de guerrillas internas. En gran medida, ha sido desencadenado involuntariamente por la llegada del primer ministro, Mario Draghi , que preside un gobierno de unidad nacional, apoyado por ... todos los partidos, con la excepción de Hermanos de Italia, de extrema derecha. La realidad es que después de la formación del gobierno de Draghi, la izquierda ha acabado en el caos porque se han evidenciado todas las contradicciones y profundas divisiones tanto en el Partido Democrático (PD) como en el Movimiento 5 Estrellas (M5E).
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El secretario general del Partido Democrático (PD), Nicola Zingaretti, dimitió el pasado jueves por las guerras intestinas en su partido, empleando un duro lenguaje contra sus compañeros: «Me avergüenza que en el Partido Democrático durante 20 días solo hemos hablado de escaños y primarias , mientras avanza la tercera ola del virus». Ha sido una dimisión inesperada y clamorosa: es el séptimo secretario del PD que dimite en menos de 14 años y solo dos de ellos siguen en el partido, fundado en octubre 2007, como heredero de la coalición de fuerzas políticas el Olivo, convirtiéndose en la principal fuerza política de centro izquierda. El partido ha sufrido ya tres escisiones, entre ellas la de Italia Viva, que lidera Matteo Renzi.
La clase trabajadora se aleja de la izquierda
La dimisión de Zingaretti se considera es una respuesta extrema al caos que vive el Partido Democrático, dominado por corrientes internas y cada vez más alejado de los intereses de la gente. «Somos percibidos como un partido de poder, con experiencia, pero con el riesgo de ser poca cosa frente al sufrimiento de millones de personas y sus ansias de futuro», afirma Giuseppe Provenzano, exministro para el Sur y la cohesión territorial en el anterior gobierno de Giuseppe Conte. Es cada vez más profundo el divorcio del PD, el partido de referencia de la izquierda, con la clase trabajadora, que sobre todo en el norte del país vota a la Liga de Matteo Salvini. «La izquierda ha cometido un clamoroso error cultural y no ha comprendido un dato objetivo: el precio de la inmigración lo pagan las clases populares, bajo forma de menos derechos, menos salarios, menos casas públicas. Hoy el PD es un partido de clase media dependiente que tiene la tentación de recuperar a la clase trabajadora subiendo los impuestos a la clase media, es decir, a sus electores», escribe Aldo Cazzullo en el 'Corriere'.
Zingaretti, que se inició en política a los 17 años en el Partido Comunista Italiano (PCI), estaba trabajando, con resistencias y oposición interna, para construir una alianza orgánica y estructural con M5E, con la esperanza de obtener mejores resultados en las urnas, comenzando por las elecciones que se celebrarán en otoño en 1.300 municipios, entre ellos Roma, Milán, Nápoles, Turín y Bolonia (estos comicios estaban previstos para la primavera próxima, pero se han aplazado por el Covid).
El M5E, en caos
Precisamente, el M5E está igualmente en el caos, dividido en numerosas corrientes. Es otro efecto colateral de la llegada de Draghi. Medio centenar de parlamentarios votó contra Draghi, por considerarlo un representante de las élites financieras , a las que combatió en sus orígenes el M5E, cuando fue fundado en el año 2009 por el cómico Beppe Grillo. Otro centenar de parlamentarios han sido expulsados o han abandonado el partido en tres años de legislatura. Quedan ya muy lejos los ideales originarios, cuando entre sus promesas estaba la de no aliarse con ninguna fuerza política para permanecer 'vírgenes' políticamente. Hoy el M5E se ha aliado con todas las fuerzas políticas del arco parlamentario, con la excepción de Hermanos de Italia, desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha de Matteo Salvini. Para evitar una escisión y su posible desintegración del Movimiento, el fundador Beppe Grillo, ha encargado al exprimer ministro, Giuseppe Conte, la refundación del partido. Conte, que ni siquiera está inscrito al M5E, deberá crear nuevos estatutos e introducir cambios sustanciales y quizás con un nuevo símbolo. Si Conte logra su objetivo, la fatigosa transición del M5E se habrá completado. El que fue líder del M5E hasta enero 2020, Luigi Di Maio, actual ministro de Exteriores, ha bautizado así el futuro Movimiento de Conte: «Moderado, liberal y europeísta».
Nicola Zingaretti veía con buenos ojos que Conte se hiciera con el liderazgo del M5E y que lograra federar el centro izquierda . Pero esa idea de Zingaretti ha sido criticada en el PD y se considera que podría ser un clamoroso autogol, porque el M5E podría crecer robando votos al Partido Democrático.
La provocación de Grillo
Ante el caos que vive el PD y el propio M5E, el cómico Grillo ha lanzado hoy una provocación, proponiéndose como candidato a la secretaría del PD, en un largo post en su blog, el más leído del país: «Estamos en el caos, pero el caos es creativo . He visto marcharse del Partido Democrático una buena persona (Nicola Zingaretti). Se va con náuseas, como a todos nos da un poco de náuseas la política, los partidos. Quizás sea un momento de reflexión. El Partido Democrático debe tener un proyecto, nunca he escuchado palabras como transición, ecología, energías renovables, pero estas son todas las cosas que están ahora sobre la mesa. En consecuencia –añade Grillo- me propongo como secretario del Partido Democrático , tenéis que poner 2050 en vuestro símbolo, como estará en el nuestro con Conte, hagamos un proyecto común, saldremos de una manera extraordinaria y todo será diferente en el futuro», concluye Grillo.
En definitiva, la crisis paralela que sufren el M5E y el Partido Democrático refleja los límites de una entera clase dirigente, destacan los analistas. La situación está siendo aprovechada por el centro derecha. Mientras en la coalición de gobierno, los partidos de centro izquierda son mayoría, sus crisis y falta de liderazgo permiten que el secretario de la Liga, Matteo Salvini, se presente ante la opinión pública como el líder más activo entre los partidos del gobierno. También adquiere mayor visibilidad Forza Italia de Berlusconi al volver al Ejecutivo. Mientras, Hermanos de Italia se beneficia por ser el único partido que hace oposición. Según una última encuesta de La7, del pasado jueves, la Liga se sitúa en el 23,4 % en intención de voto; Hermanos de Italia, 16,5 %; y Forza Italia, 7,1 %. Una alianza de estos tres partidos con otros pequeños grupos de centro derecha obtendría una amplia mayoría absoluta.
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