Italia envía expertos para esclarecer la «misteriosa» muerte del estudiante en El Cairo

Egipcios y compañeros del joven estudiante de la Universidad de Cambridge habían preguntado durante días, en inglés, italiano y árabe «Where is Giulio?». Diez días después apareció muerto en un suburbio cairota, con quemaduras de cigarrillo en rostro y torso, así como varias cuchilladas y numerosos hematomas, según informó el fiscal encargado del caso, Ahmed Nagi , en declaraciones recogidas por medios locales. Añadió que el muchacho, de 28 años, habría sufrido «una muerte lenta», acaecida un par de días antes.

La causa de la muerte habría sido hemorragia cerebral , previsiblemente como resultado de un golpe en la cabeza, aunque advierte que habría que esperar a los resultados de una autopsia, que se repetirá en Italia, a donde ya ha sido trasladado el cuerpo. Sin embargo, declaraciones preliminares del subdirector de investigación criminal de la Policía del área de Giza, en donde fue encontrado el cadáver, insistieron en que la muerte se produjo «en un accidente de coche», excusa usada con anterioridad para encubrir muertes en custodia policial de otros activistas o detenidos de alto perfil.

Ante las informaciones contradictorias de las autoridades egipcias, Italia ha decidido enviar varios expertos para esclarecer las circunstancias de la muerte del joven estudiante de doctorado, «rodeada de misterio» y con todavía numerosas hipótesis sobre la mesa. La delegación, compuesta por una docena de investigadores italianos, llegó a El Cairo a última hora de ayer, según ha confirmado la embajada a ABC, y demuestra la « plena cooperación entre las partes para dilucidar las causas de esta muerte», según un comunicado de Exteriores egipcio. El embajador egipcio en Roma ha sido convocado asimismo para «pedir más detalles sobre las causas del fallecimiento del estudiante y para que las dos partes se coordinen en esclarecer las causas del suceso lo más rápido posible».

Regeni fue visto por última vez poco antes de tomar el metro desde el barrio cairota de Dokki hacia el centro, donde un amigo lo esperaba para celebrar un cumpleaños . Nunca apareció. Su desaparición tuvo lugar en medio de una ola de arrestos a jóvenes activistas y redadas en pisos de jóvenes y extranjeros en el barrio aledaño a la plaza Tahrir, organizadas por las autoridades para prevenir manifestaciones el 25 de enero, aniversario de la Revolución. Abogados proderechos humanos han apuntado a ABC que Regeni podría haber sido víctima de una de estas detenciones, aunque Egipto lo ha negado repetidamente.

«Las autoridades egipcias deben aprender de este mensaje: Si tienes numerosos casos de desapariciones forzadas de tus propios ciudadanos en los últimos dos años, esto es lo que pasa, que las especulaciones son de que lo mismo puede pasar a los extranjeros viviendo en este país», dice el portavoz del partido liberal Al Dostour, Khaled Dawoud, presente en la conmemoración, aunque insiste que todavía no se pueden «sacar conclusiones» de que Regeni fuera torturado y asesinado en custodia policial.

«Las autoridades tienen que actuar prontamente y esclarecer qué le pasó a este joven, por qué desapareció durante tanto tiempo (...) La única forma de calmar los miedos de los extranjeros y los egipcios es determinar rápidamente cómo y por qué murió este joven», concluye Dawoud.

En los últimos dos años, las d esapariciones forzadas en Egipto han crecido exponencialmente, muchos de ellos más tarde encontrados en dependencias judiciales o en el estrado de los acusados en un juicio, otros muertos en las morgues. Frente a las más de 300 denuncias presentadas, en enero el Ministerio de Interior admitió a trámite 101.

Algunos de sus amigos presentes en la conmemoración han explicado que Regeni era un apasionado de la cultura árabe y del país, en donde estaba investigando, para su doctorado, sobre sindicatos y uniones de trabajadores, un tema sensible en Egipto. Además, habría publicado algunos artículos -bajo pseudónimo-, en el diario izquierdista italiano «Il Manifesto».

Un día después de la aparición del cadáver, el presidente egipcio, Abdelfatah Al Sisi , llamó a su homólogo italiano para expresarle sus condolencias e insistir en una «mayor cooperación económica entre ambas naciones», según informó la Presidencia egipcia.