Israel desactiva la flotilla, abordando al único barco que ha intentado acercarse a Gaza

De acuerdo con un comunicado oficial, la nave, de 19 metros de eslora, fue interceptada “sin encontrar resistencia” y “después de que todos los canales diplomáticos fuesen agotados y las llamadas al barco fueran ignoradas”.

El relato de la operación indica que la Marina israelí contactó con el capitán a 50 millas náuticas de Gaza para preguntar sobre el destino final de su trayecto y sobre si portaban armas, tras lo cual se les comunicó que se aproximaban a una zona de bloqueo naval.

De acuerdo con el diario Yedioth Ahronot , la advertencia se repetiría a 12 millas náuticas de las costas palestinas, cuando también se instó a los embarcados a prepararse para un “abordaje tranquilo”.

No hubo incidentes , aseguran las fuentes disponibles. Todos ellos, - diez activistas y tres tripulantes, más dos periodistas de Al Jazeera y una del periódico de Tel Aviv Haaretz-, fueron transferidos a buques de guerra israelíes para su traslado al puerto de Ashdod, donde serán entregados a las autoridades de Población e Inmigración por su “entrada ilegal en Israel” .

Serán deportados y tendrán prohibida la entrada en este país durante diez años, aunque también tendrán la opción de quedarse en un centro de detención a la espera de juicio.

El “Dignité al Karama” ha sido la única embarcación de cuantas intentaron participar en la flotilla que ha intentado acercarse a las costas palestinas. La mayoría de ellas, entre las que se inscribe la e mbarcación española “Guernika”, tuvieron que permanecer atracadas en los puertos griegos obligados por las autoridades helenas, que les impidieron partir en dirección a Gaza siguiendo una petición de Israel.

Seis activistas españoles se encerraron en la Embajada española y se declararon en huelga de hambre para reivindicar la libre circulación por el Mediterráneo. En contra de aquel bloqueo también se produjo la denuncia de lo que se interpretó como una “orden injusta en ilegal del Gobierno de Grecia de inmovilizar a la Flotilla” y la solicitud a la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, de que toara medidas para retirar una prohibición “que vulnera el Derecho comunitario” y “conculca el Acuerdo de Schengen de libre circulación de personas de la Unión Europea”.

El despliegue de esfuerzos de Israel para impedir estos días el acceso de personas a los Territorios Palestinos también se ha extendido a los aeropuertos. En la primera semana de julio, el Gobierno judío conseguía abortar la llegada de centenares de activistas que pretendían llegar al aeródromo de Tel Aviv con la intención declarada de entrar “en Palestina”.

Israel difundió listas negras entre las aerolíneas internacionales con advertencias en contra de la “infiltración” de hombres y mujeres en su país, a los que tachaban de “extremistas y anarquistas”. Con todo, 124 viajeros fueron retenidos en el aeropuerto de Ben Gurión y deportados a sus lugares de origen.

Desde que el pasado año la denominada “Flotilla de la Libertad” intentó quebrar el bloqueo a Gaza, Israel ha sostenido siempre que no permitiría la llegada de una segunda misión similar. “El mundo es consciente de que semejantes barcos son innecesarios , que solo son provocadores que violan la ley internacional”, proclamaba el número dos de Exteriores judío, Daniel Ayalon, cuando a finales de junio el gabinete de Seguridad del primer ministro Benjamín Netanyahu ya había aprobado ordenar al Ejército que detuviera “con firmeza” cualquier nave que pretendiera romper el embargo marítimo.