Irak promete petróleo a China a cambio de ayuda para la reconstrucción

El primer ministro iraquí, Al Maliki, efectúa su primera visita oficial a Pekín, que se ha beneficiado de la invasión estadounidense al explotar un campo de petróleo que produce 25.000 barriles diarios

Irak promete petróleo a China a cambio de ayuda para la reconstrucción efe

PABLO M. DÍEZ

En su primera visita oficial a China, el primer ministro de Irak, Nouri Al Maliki, ha prometido petróleo a cambio de ayuda económica para reconstruir su país tras la guerra . Al-Maliki fue recibido ayer con todos los honores por el primer ministro, ... Wen Jiabao, y este martes se reúne con el presidente Hu Jintao para proponerle la creación de un fondo dedicado a la reconstrucción de Irak a cambio de permitir la inversión de empresas chinas en el sector petroquímico y la construcción. Para alimentar su extraordinario crecimiento económico, el gigante asiático está sediento de energía y ha diversificado por todo el mundo sus importaciones de crudo, gas natural y materias primas gracias a su creciente poderío económico y comercial.

“El Gobierno animará a las compañías chinas a establecer una relación estable a largo plazo basada en el suministro de petróleo y gas natural y las demandas de la parte iraquí”, anunció Wen Jiabao mientras Al Maliki cortejaba al autoritario régimen de Pekín. “Estamos deseosos de aprender de su experiencia porque, a través de su propio desarrollo, China se ha convertido en una gran nación y un importante poder económico en el mundo, alcanzando la unidad y el progreso”, alabó el “premier” iraquí.

Bagdad se prepara para la marcha de los 46.000 soldados americanos que permanecen en suelo iraquí

Según la agencia estatal de noticias Xinhua, “China proporcionará asistencia económica para la reconstrucción y potenciará la cooperación en la explotación petrolera, las refinerías y el comercio de equipamientos”. Tal y como explicó el portavoz iraquí, Al Dabbagh, el fondo para la reconstrucción chino será similar al ya establecido por Corea del Sur y al que planea Alemania.

Aunque el régimen de Pekín no vio con buenos ojos la invasión de Irak por parte de Estados Unidos en abril de 2003, se ha convertido en uno de los mayores beneficiados por el cambio de régimen de Sadam Hussein. Mientras las empresas occidentales retrasaban su entrada en el convulso Irak por la falta de seguridad, la proliferación de atentados terroristas y la inestabilidad política, el nuevo Gobierno de Bagdad cerró en 2008 con China su primer contrato tras la guerra.

Mediante dicho acuerdo, cifrado en 3.000 millones de dólares (2.125 millones de euros), la firma estatal China National Petroleum Corp. (CNPC) empezó el mes pasado a explotar el campo de Al Ahdab. Con una producción de 25.000 barriles diarios durante los tres primeros años, se trata del mayor yacimiento abierto en Irak durante las dos últimas décadas. Como muestra de buena voluntad en su acercamiento a los países de Oriente Medio, Pekín condonó el año pasado el 80 por ciento de la deuda iraquí, que ascendió a 8.500 millones de dólares (6.023 millones de euros) durante la época de Sadam Hussein.

Fomentando sus relaciones con el régimen chino, el nuevo Ejecutivo de Bagdad ya se prepara para la marcha de los 46.000 soldados americanos que aún permanecen en suelo iraquí, cuya retirada está prevista para finales de este año. Tras la invasión ordenada en su momento por el expresidente Bush, que ha dejado a la Casa Blanca una costosa sangría humana y económica, China aprovecha su “diplomacia del yuan” para beneficiarse de una guerra en la que no sólo no intervino, sino que además criticó duramente.

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