La huelga ferroviaria redobla el pulso sindical a Hollande

Las primeras cifras oficiales de la SNCF sugieren una crisis de cierta gravedad. A media mañana del primer día de huelga, este 1 de junio, la participación habría sido del 17%. Sin embargo, esa participación relativamente modesta permite paralizar o retrasar más del 40% del tráfico de los trenes de alta velocidad y la mitad de los trenes de la red TER (Transport express régional).

Según las previsiones oficiales de la SNCF, el tráfico pudiera ser relativamente normal en los trenes de alta velocidad entre Francia, Alemania y el Reino Unido (Eurostar). Por el contrario, la huelga del 1 de junio pudiera afectar a más del 40 % de los trenes que comunican Francia y España. El Gobierno de François Hollande apuestan por una «pudrición» de la huelga de ferrocarriles. Los sindicatos han convocado una huelga «ilimitada», insistiendo en su batería de exigencias: retirada o reforma profunda de la reforma laboral aprobada por decreto, sin debate parlamentario; mejoras «sustanciales» en las condiciones de trabajo de los ferroviarios.

La huelga en la red ferroviaria nacional «solo» es la primera de un rosario de huelgas y conflictos que irán estallando a repetición los próximos días, en los puertos, aeropuertos, refinerías petrolíferas. En varias regiones de Francia, el gobierno y las compañías que gestionan la distribución de combustible intentar evitar la generalización de la penuria. En el norte y el oeste de Francia hay varias centenares de gasolineras con problemas de abastecimiento. En muchas gasolineras de toda Francia es muy frecuente que los usuarios sean invitados a no comprar / repostar más de 20 euros de gasolina o gasoil.