Un hospital chino tira veinte bebés muertos a un río para no enterrarlos
PABLO M. DÍEZ CORRESPONSAL
PEKÍN. Un horripilante hallazgo ha vuelto a poner en tela de juicio no ya la profesionalidad, sino la humanidad, de los hospitales chinos, que más que curar a sus pacientes se dedican a atiborrarlos de medicinas y coserlos y descoserlos a ... base de operaciones para engordar la factura.
El último escándalo acaba de ocurrir en la provincia costera de Shandong, donde han aparecido los cuerpos de 21 bebés y fetos en el río Guangfu, a las afueras de la ciudad de Jining. Según informan los medios chinos, ocho cadáveres aún llevaban atados a los tobillos las tarjetas de identificación del centro médico donde habían fallecido, el Hospital Afiliado a la Universidad de Jining.
Tres de sus responsables han sido cesados, y la Policía ha detenido a dos trabajadores de la morgue, Zhu Zhenyu y Wang Zhijun. Ambos habían cobrado dinero a las familias de los bebés muertos para encargarse de los cuerpos.
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