Hollande nombra un fotógrafo de corte para evitar la trampa que costó la presidencia a Sarkozy

Warrin retrató a Sarkozy, Cecilia Ciganer Albeniz y sus hijos, en el Elíseo, con el «glamour» de la prensa del corazón. Con un efecto catastrófico para la credibilidad de Sarkozy. La ruptura Sarkozy – Cecilia, el «noviazgo» Sarkozy – Carla Bruni, fueron tratados fotográficamente en el mismo tono «rosa bombón», con un resultado catastrófico: Sarkozy cayó en picado en los sondeos. Y su credibilidad social nunca llegó a recomponerse. Hasta el fin.

François Hollande y su compañera sentimental, Valérie Trierweiler , se encuentran entre quienes se toman muy en serio esa historia de la caída de Sarkozy, a través del tratamiento fotográfico, «glamour» y «rosa bombón» de la comunicación oficial del Elíseo.

De ahí la novedad radical: por vez primera en la historia de Francia, el Elíseo y el jefe del Estado tendrán un fotógrafo oficial, consagrado a « contar la película » de la intimidad presidencial desde la óptica de los protagonistas y gestores de la imagen institucional.

El retrato oficial del general de Gaulle lo realizó Jean-Marie Marcel, que era hijo de Gabriel Marcel, el gran filósofo existencialista cristiano. El retrato oficial de Giscard lo realizó un genio de la vida galante, Lartigue. Mitterrand se hizo retratar rodeado de libros por una gran fotógrafa, Giséle Freund . Chirac deseó que su retrato oficial lo realizase una especialista en fotografía erótica, Bettina Rheims . Sarkozy fue inmortalizado por Philippe Warrin. La foto oficial del presidente Hollande la ha realizado un maestro de la fotografía humanista, Raymond Depardon.

Ha sido Hollande quien ha tomado esa «histórica» decisión: nombrar un fotógrafo oficial de la presidencia de la República, Stéphane Ruet , consagrado a cubrir la vida pública y «privada» del Elíseo, el presidente y su compañera sentimental, Valérie Trierweiler. Supervisado, ese trabajo fotográfico será ofrecido gratuitamente a los medios de comunicación, a través de la web del Elíseo, como hace la Casa Blanca.

Ruet ya realizó un libro de fotografías de otro líder socialista, Lionel Jospin . A Hollande le gustó esa glosa de un candidato a presidente derrotado por Le Pen. Y aceptó que Ruet lo siguiese durante toda la campaña electoral que terminó en el Elíseo. Valérie Trierweiler y el presidente han quedado tan contentos de las imágenes de Ruet que han decidido contratarlo como fotógrafo oficial del Elíseo.

Ruet cubrirá los mismo actos oficiales que los fotógrafos acreditados, con ventajas excepcionales. Su trabajo será publicado con rapidez en la web del Elíseo, ofrecido gratuitamente a quienes deseen utilizar esas imágenes. Ruet también realizará un trabajo menos convencional: fotografiar la vida de cada día, en el Elíseo, durante el mandato presidencial de Hollande. No está claro qué fotos se harán públicas y qué fotos serán «secreto de Estado» . La presidencia utilizará ese material fotográfico como recurso de «información» y «comunicación», para dar del presidente la imagen siempre más oportuna.

La Casa Blanca ya practica esa «guerra» de la comunicación desde hace mucho tiempo. La imagen es un arma capital de ocupación del terreno «informativo» y publicitario. Quizá influido por Valérie Trierweiler, el presidente Hollande es el primer jefe de Estado francés que recurre a la fotografía de manera institucional , para «dorar» su imagen. Giscard llegó a autorizar la realización de una película de su conquista del Elíseo. Pero esa película, realizada por Depardon, el autor de la foto oficial de Hollande, no pudo verse hasta muchos años después. Hollande ha preferido ofrecer puesto y sueldo a un fotógrafo oficial, muy alejado de la fotografía «rosa bombón» que fue devastadora para la credibilidad de Sarkozy.