Hallan decapitada, mutilada y despellejada a una joven en una cárcel siria

Zainab al Hosni , de 18 años y natural de la ciudad de Homs, había sido decapitada, le habían cortado los brazos y le habían arrancado la piel , según la ONG. La joven había sido secuestrada por hombres que se sospechaba pertenecían a las fuerzas de seguridad el pasado 27 de julio, en un aparente intento por presionar a su hermano activista, Mohamad Deeb al Hosni, para que se entregara, explica AI.

Mohamed, de 27 años, había estado organizando protestas en Homs desde que comenzaron las manifestaciones contra el régimen sirio y después del arresto de su hermana recibió una llamada telefónica en la que le advirtieron de que ésta solo sería liberada si él cesaba sus actividades.

Finalmente el joven fue detenido el 10 de septiembre y su madre fue llamada para recuperar su cuerpo, que presentaba signos de torturas --incluido un cardenal en la espalda y quemaduras de cigarrillo--, tres días después. Fue entonces cuando la familia encontró por casualidad el cuerpo de su hija en la morque del mismo hospital militar.

Según Amnistía, las autoridades obligaron a la madre de los dos jóvenes a firmar un documento en el que afirmaba que ambos habían sido secuestrados y asesinados por un grupo armado. El Gobierno sirio está acusando a «grupos terroristas armados» de la muerte de manifestantes y de miembros de las fuerzas de seguridad que se están produciendo en el país.

La muerte de los dos hermanos eleva el número de fallecidos bajo custodia a 103, según el recuento realizado por Amnistía, desde que a mediados de marzo comenzaron las protestas contra el presidente sirio, Bashar al Assad. «Está confirmado que Zainab estaba bajo custodia cuando murió , este sería uno de los casos más alarmantes de muerte bajo custodia que hemos visto hasta ahora», ha denunciado el subdirector para Oriente Próximo y el norte de África de AI, Philip Luther, en un comunicado.

«Hemos documentado otros casos de manifestantes cuyos cuerpos son devueltos a sus familias mutilados en los últimos meses, pero este caso es particularmente espantoso», ha reconocido Luther.

La ONG ha registrado quince nuevas muertes bajo custodia desde finales de agosto y los cuerpos mostraban señales de golpes, disparos y puñaladas.

«No hay signos de que la tortura y el asesinato estén disminuyendo en Siria», ha lamentado el responsable de AI, para quien el aumento en las cifras de muertos bajo custodia constituye «una prueba más de crímenes contra la Humanidad y debería llevar al Consejo de Seguridad de la ONU a remitir la situación en Siria al Tribunal Penal Internacional».