Europol verificará si hay islamistas en los centros de refugiados de Grecia

El acuerdo fue firmado a principios de Junio por Rob Wainwright por parte de la Oficina Europea de Policía (Europol) y por el Director General de la Policía Griega Constantinos Tsuválas en la sede de esta oficina de policía criminal intergubernamental, situada en La Haya. La información que dio a conocer la policía griega entonces fue que trataba de que el objetivo del acuerdo era un” intercambio urgente de información operativa relacionada con la entrada ilegal de inmigrantes, su tránsito y residencia en Grecia y en la Unión Europea”. Estos especialistas europeos no entrarán sin embargo en los hotspots, los centros especiales que se encuentran en las mayores islas cercanas a Turquía donde ya se encuentran miembros de policías europeas, de Frontex y de la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO).

Según informa el diario Kathimerini, los primeros cincuenta miembros de Europol ocuparán las antiguas oficinas de Frontex en el Pireo y serán informados por sus colegas griegos.

La inquietud de las autoridades griegas aumenta no sólo por el miedo al terrorismo islámico, sino por el aumento de personas que llegan a sus costas: desde el 20 de marzo, fecha en la que se empezó a aplicar el acuerdo entre la UE y Turquía, el número de llegadas se había reducido considerablemente, habiendo días en los que no se registraba ninguna llegada (comparado con los miles del 2015). Pero ahora llegan entre 80 y 100 personas al día , aunque el viceministro de Política de Inmigración Yanis Muzálas considera que “no hay razón para hablar de un aumento de llegadas ni de que no se respeta el acuerdo, es un error que crea pánico, algo que no necesitamos. Lo que necesitamos es la confirmación diaria de que el acuerdo UE-Turquía está en vigor”.

Muzalas recordó también que el año pasado se llegaban a registrar entre 5.000 y 8.000 llegadas al día tras su entrevista con el primer ministro Alexis Tsipras para tratar los temas más urgentes de su cartera: el traslado de los refugiados y migrantes con conductas delictivas a centros de detención, el traslado de quienes no pueden ser deportados a otros centros, el acelerar el procedimiento para solicitar asilo y su apelación en caso negativo etc.

Está claro que muchas de las personas que se encuentran en Grecia tardarán meses en ser enviados a otros países europeos o deportados. Lo dicen quienes trabajan con refugiados en distintas ONGs que ven que el gobierno no tiene ni los medios ni los conocimientos para acelerar los trámites necesarios. Además en un país donde aumenta la recesión, la presencia de estos refugiados y emigrantes crea desconfianza e intranquilidad en la población griega, y sobre todo si tienen comportamiento delictivo. “Esto está a punto de explotar, no queremos más refugiados aquí”, comenta Panayotis, un jubilado que reside en la ciudad de Tesalónica . En esta importante ciudad, con varios centros de acogida a su alrededor, ACNUR tiene un programa por el que paga los gastos de alquiler (hasta 400 euros al mes por un piso modesto) para 600 familias sirias. Y no son muchos los propietarios que quieren alquilar sus propiedades vacías.

Una noticia que aumenta la preocupación general de los griegos es que según medios alemanes, un primer grupo de 3.000 personas que llegaron a Grecia y consiguieron viajar hasta Alemania serán devueltas a Grecia e instaladas en los nuevos centros de acogida que se están preparando en la isla de Creta. Si la información se confirma y crea precedentes, será un problema más para el país.