NUEVA RONDA DE CONVERSACIONES EN ESTAMBUL

«Ni sanciones, ni virus, ni amenazas pararán el programa nuclear iraní»

Según el embajador ante el OIEA, Teherán está dispuesto a intercambiar 1.200 kilos de uranio por 120 de uranio enriquecido al 20% como combustible con fines médicos

«Ni sanciones, ni virus, ni amenazas pararán el programa nuclear iraní» EFE

DANIEL IRIARTE / EFE

La nueva ronda de conversaciones sobre el programa nuclear iraní se ha iniciado hoy en Estambul entre rumores y escepticismo. A los actores implicados en la negociación ( el llamado grupo 5+1, Irán, y el Organismo Internacional de Energía Atómica ) les cuesta ocultar que ... esperan más bien poco de este encuentro.

“Los iraníes buscan ganar tiempo, esa es su principal estrategia”, opina Bruno Tertrais, analista de la Fundación para la Investigación Estratégica de París, en una entrevista con el diario turco Hürriyet. Para Tertrais, si el 5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania) quiere imponer nuevas sanciones en Irán, “para resultar creíble al resto de la comunidad internacional debe mostrar que están siempre abiertos al diálogo. Esa es la razón por la que han venido a Estambul”.

Desde Teherán claman que “ni siquiera un ataque frenará nuestro programa nuclear”. El temor del bloque occidental es que el verdadero propósito del régimen iraní sea hacerse con armas nucleares.

Irán aseguró ayer que no declarará "ni por un segundo" una moratoria al enriquecimiento de uranio. "Ni las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, ni los virus, ni las amenazas interrumpirán el proceso de enriquecimiento de uranio en Irán", aseguró en rueda de prensa en Moscú Ali Asghar Soltanieh, embajador iraní ante el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).

Soltanieh, que se encuentra de visita en la capital rusa, afirmó que el programa nuclear de Irán es "transparente al cien por cien" y que las actividades de enriquecimiento "no se suspenderán ni por un segundo, ni por un minuto. Dijeron que no seríamos capaces, pero ya hemos producido 40 kilos de uranio enriquecido por debajo del 20 por ciento", dijo. El diplomático subrayó que para Teherán "no hay posibilidad de compromiso, y no hará concesiones en materia de enriquecimiento", y aseguró que la defensa de ese derecho "hará a Irán más fuerte que si tuviera armas nucleares".

Intercambio de combustible

Por otra parte, el diplomático se mostró dispuesto a reanudar las conversaciones del Grupo de Viena (Irán, OIEA, Rusia, Francia y Estados Unidos) para el suministro de combustible con fines "humanitarios" y curar al millón de enfermos de cáncer que hay en Irán, ya que su última reunión tuvo lugar en octubre de 2009. "No existen garantías internacionales de suministro estable de combustible para los países que tienen instalaciones nucleares", dijo a la hora de subrayar la imposibilidad de que Irán renuncie a su programa de enriquecimiento nacional.

Soltanieh aseguró que Teherán está dispuesto a intercambiar 1.200 kilogramos de uranio por 120 kilos de uranio enriquecido al 20 por ciento para utilizarlo como combustible con fines médicos, como se acordó en mayo de 2010 con Brasil y Turquía en la capital iraní.

Soltanieh arremetió contra el doble rasero de Estados Unidos, Francia y Alemania , que no pusieron ninguna traba al desarrollo del programa nuclear iraní cuando gobernaba el Sha . En cambio, en cuanto triunfó la revolución islámica en 1979, EE.UU. dejó de cooperar en materia de combustible nuclear con Teherán, y el consorcio alemán Siemens suspendió el proyecto de construcción de la primera central nuclear iraní en Bushehr (Golfo Pérsico). "Treinta años después, la planta de Bushehr ya funciona y, según dicen los rusos (encargados de su construcción), comenzará a generar electricidad muy pronto", aseveró.

Un complicado equilibrio

“El equilibrio es bastante complicado. Desde el punto de vista jurídico es muy difícil justificar las sanciones. Son legítimas, puesto que vienen sancionadas por el Consejo de Seguridad, pero se basan en sospechas, muy fundadas, pero sospechas al fin y al cabo”, explica a ABC un diplomático occidental familiarizado con el tema. “Lo que se le exige a Irán es que renuncie a un derecho que tiene reconocido en la legislación internacional, el derecho a enriquecer uranio. El problema es que la decisión de no convertir eso en un arma es posterior al enriquecimiento”, comenta.

El martes, la cadena de televisión Al Arabiya informó, al parecer prematuramente, de que Teherán pensaba plantear un nuevo acuerdo para que su combustible nuclear fuese enriquecido fuera de territorio iraní, similar a los ya propuestos por otros países durante el año pasado. Un punto que ha sido ya desmentido por las autoridades iraníes. “No he oído nada de eso”, declaró Alí Baqueri, delegado del negociador nuclear Said Yalili, a su llegada ayer a Estambul.

El pasado junio, Ankara propuso un acuerdo para enriquecer uranio iraní en territorio turco, de un modo similar a lo que ya habían sugerido anteriormente Rusia y Francia. No obstante, aunque esta idea contaba con el beneplácito de Teherán, no logró la aprobación del Consejo de Seguridad.

Turquía no participa en las negociaciones

“La tecnología nuclear es un gran negocio para algunos países exportadores, como Francia. Y estos países no están dispuestos a dejar que otros se entrometan en este campo”, explica el experto diplomático. “En mi opinión, el fracaso de la propuesta de Turquía se debió a razones más económicas que políticas”, afirma.

Turquía no participa directamente en estas negociaciones, donde se ha limitado a ejercer de anfitrión. No obstante, el ministro de exteriores turco, Ahmet Davutoglu, se reunió ayer con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, para intentar dibujar una posición común respecto a Irán, más moderada que la mantenida por EE.UU. y Europa occidental. Turquía y Rusia son ahora mismo dos de los principales socios comerciales de Irán.

La posición de Turquía es muy clara: estamos en contra de las armas nucleares, pero a favor de la tecnología nuclear pacífica . Creemos que todos los países tienen derecho a ella”, declaró Davutoglu. “Es responsabilidad de todos los países prevenir la proliferación de armas nucleares. Esa es la línea en la que las negociaciones deberían continuar”, dijo el ministro. Turquía sostiene desde hace tiempo que busca un Oriente Medio sin armas nucleares, lo que implicaría también el desarme de Israel, algo que por ahora parece imposible de conseguir.

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