«El DAS está corrompido, unos graban información, otros la venden...»
Si hay un medio impreso en Colombia capaz de levantar las peores iras del presidente, Álvaro Uribe, es la revista «Semana». Ha destapado el mayor borrón de la administración Uribe: la relación entre políticos y paramilitares de extrema derecha, que hoy tiene tras las rejas ... a casi un centenar de funcionarios.
Esta semana la revista destapó otra «olla podrida» al demostrar cómo el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, policía secreta) espió a periodistas, jueces de altos tribunales y políticos opositores. Uribe ofreció una rueda de prensa «sin preguntas» y retiró la facultad de intervenir teléfonos al DAS.
El director de «Semana», Alejandro Santos, de 37 años, cuenta a ABC cómo es estar «en la otra orilla», cuestionando a un gobierno que cuenta con un 60% de popularidad.
-¿Cómo destaparon esta historia de espionaje y corrupción?
-Hace cinco meses unos funcionarios del DAS nos contaron que no sólo interceptaban comunicaciones entre personas, sino que también vendían información de seguridad nacional a guerrilleros, paramilitares y narcotraficantes. Lo difícil fue convencer a las fuentes de vencer el temor a hablar. Hubo amenazas y seguimientos al equipo de redacción.
-¿Cómo es posible que la central de inteligencia de un país esté al servicio del hampa?
-El DAS está corrompido y descabezado. Unos graban la información, otros la venden. Está en descomposición interna. Y así, todo puede suceder.
-¿Y Uribe, a la cabeza, está al tanto de esto?
-A Uribe nadie lo cuestiona en el Palacio de Nariño (sede del gobierno). Todos los funcionarios quieren ganar puntos con él. A Uribe le gusta mantenerse informado de todo. Hoy día cualquiera puede llamar al DAS a pedir información.
- No es muy convincente que un presidente que está pendiente hasta de la limpieza de los baños de los aeropuertos no sepa que su central de inteligencia está en semejante descomposición.
-Al gobierno le convienen los ríos revueltos para pescar información. A Uribe le encanta saber en qué está tal o cual funcionario, y entonces pide que alguien llame. No creo que Uribe diga «espíen a fulano».
-Insisto. Uribe es el presidente de la seguridad democrática. ¿Cómo no saber que espiaban ilegalmente?
-Este es el tercer o cuarto escándalo en los últimos diez años. La pregunta es ¿por qué no lo han reformado? Esta historia al menos hizo que la Fiscalía interviniera al DAS y otro órgano lo vigilara.
- ¿Cómo es cuestionar a un gobierno tan popular?
-Al principio decir verdades que incomodaban al gobierno fue difícil. Mucho anunciante llamó asustado. Pero las denuncias han subido nuestras ventas en un 25% anual. A la gente le gusta saber qué pasa.
- ¿Pudo entrevistar a Uribe?
-Uribe no da entrevistas. Le gustan la radio, la televisión, donde nadie lo contradice. Debo reconocer, sin embargo, que jamás ha tratado de bloquear información ni inmiscuirse en nuestras investigaciones.
- ¿Qué le cuestiona?
-Cuestiono que insulte a los periodistas, que tilde a algunos de guerrilleros, que estigmatice. Eso en Colombia es peligroso. Es un presidente que ha hecho cosas importantes, pero me parece grave que se perpetúe en el poder. No es conveniente para un país tanta concentración de poder.
-Lo mismo podría decirse de su familia, la Santos. Usted es director de un medio, sus tíos, Juan Manuel Santos, Ministro de Defensa, y Francisco Santos, vicepresidente. Su padre, Enrique Santos, ex director del diario «El Tiempo» y hoy columnista estrella...
-«El Tiempo» era de la familia, hoy del grupo Planeta. «Semana» es el más crítico con Uribe pese a que tiene dos miembros de la familia en el poder.
- Pero a «Semana» el Ministro de Defensa le filtró la muerte de «Tirofijo», el líder de las FARC.
-Fue a la columnista María Isabel Rueda y no a mí. Juan Manuel no dijo quiero darle el chivatazo a mi sobrino. Juan Manuel quería salir en la portada de la revista más leída. Fue pura estrategia política.
- Su tío suena como el sucesor natural de Uribe...
-Uribe tiene una visión mesiánica del poder. Eso quiere decir que el bienestar de Colombia se debe a su liderazgo. Él está estimulando a varios candidatos a que se lancen. Él quiere averiguar quién tiene elegibilidad. Quien encarne e interprete sus políticas, será elegido. Si ve que ninguno puede ser elegido, se lanza a la segunda reelección si duda alguna.
- ¿Por qué a Uribe le molesta tanto que lo critiquen?
-Sus intereses personales confluyen con el interés general de Colombia. Dentro de esa visión cualquier tipo de crítica entorpece el desarrollo y progreso de Colombia. Es una voz caudillista. Y desde esa perspectiva del poder las denuncias incomodan.
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