«Vinimos dos días antes de la invasión por una competición de baile y nos hemos quedado tirados»

«Nos han dejado tirados» , denuncia Delgado, que se encuentra en la ciudad de Zaporiyia, en el sureste del país atacado por Rusia y a unos 1.000 kilómetros de la frontera con Polonia. «Vinimos a una competición de baile deportivo que se tenía que celebrar el sábado y como somos jueces internacionales teníamos el compromismo de venir. Antes iniciar el viaje llamamos y nos decían que estaba todo normal, de hecho el día que llegamos tuvimos una cena con los organizadores y no hubo ningún problema. Fue al día siguiente cuando empezó todo», relata.

Aunque la ciudad en la que se encuentran sigue bajo el control de los ucranianos, están rodeados de tropas rusas. « Las sirenas suenan constantemente, por la noche apagamos la luz, se escuchan bombardeos y el aeropuerto lo han bombardeado varias veces», cuenta Delgado.

Por el momento la pareja se encuentra en un hotel en el que no les faltan víveres. No obstante no están cerca de ningún refugio antiaéreo , por lo que cuando suenan las sirenas no les queda más remedio que acudir a la recepción del hotel y estar acompañados por los recepcionistas que todavía quedan allí. «Estamos en el hotel viéndolas venir», apunta el español.

«Ahora mismo tengo una ansiedad que no me entra ni el agua,no duermes, es terrible. Una experiencia que si salimos la contaremos con detalles», indica.

Muy molesto con las administraciones españolas , señala que si a ellos les hubieran dicho que no era seguro viajar a Ucrania no habrían ido, pero nadie les dijo nada, aseguran. «Al concurso tenían que venir también jueves italianos y no pudieron porque Italia prohibió los vuelos hasta aquí. A mi las autoridades españolas no me prohibieron ningún vuelo, vine con Ryanair desde Valencia hasta Kiev sin problema», argumenta Delgado.

Mientras ellos pedían ayuda para salir de Ucrania , en la Embajada de España en Kiev «salieron como ratas escoltados por los GEOs» , critica Delgado. «Es curioso que la embajada portuguesa siga operando en Kiev y siga sacando a portugueses. Nos han puesto en contacto con la embajada del país vecino pero no nos pueden sacar porque somos españoles, que aún si la embajada española se lo pidiese… pero nada», explican.