Irán y Rusia protestan por la instalación de un radar de la OTAN en Turquía
El sistema, parte del escudo antimisiles, estará operativo a finales de año
La decisión de instalar un radar de la OTAN en territorio turco ha soliviantado a los vecinos ruso e iraní. La medida, anunciada el pasado 1 de septiembre, ha sido contestada con protestas por representantes de ambos países, especialmente de Irán.
El radar funcionará dentro ... de un sistema de alerta temprana contra ataques enemigos , y formará parte del llamado “escudo antimisiles” que tanto ha dado que hablar en la última década. El proyecto inicial, promovido por la anterior gobierno estadounidense de George W. Bush, incluía su despliegue en Rumania y Polonia, lo que provocó las iras de Rusia e hizo que la idea fuese temporalmente descartada.
Pero el año pasado, Turquía apareció como un posible candidato para alojar el sistema. El gobierno turco –que mantiene buenas relaciones tanto con Irán como con Rusia- se ha resistido hasta el último momento, a pesar de las numerosas presiones. El fracaso de la cumbre de la OTAN en Lisboa, el pasado noviembre, en la que se esperaba que se decidiese definitivamente esta cuestión, marcó el cénit de la resistencia turca a la iniciativa. Pero ahora, las negociaciones entre la Alianza Atlántica y Ankara han empezado a dar sus frutos.
“La instalación de este elemento en Turquía será nuestra contribución al sistema de defensa que se está desarrollando dentro de la nueva estrategia de la OTAN , y reforzará el potencial defensivo de la Alianza así como nuestro sistema de defensa nacional”, aseguró Selcuk Unal, portavoz del Ministerio de Exteriores, al anunciar la medida.
Contra Corea del Norte o Irán
Poco después, la primera reacción negativa llegaba desde Rusia: la exigencia “formal, legalmente vinculante, de que el sistema antimisiles desplegado en Europa no está dirigido contra el arsenal nuclear de Rusia”. Desde la OTAN se asegura que el “escudo” no funcionará contra grandes arsenales como el ruso , sino contra aquellos de mediana capacidad, como el de Corea del Norte o el que podría llegar a desarrollar Irán.
Durante la cumbre de Lisboa de noviembre, la OTAN y Rusia acordaron trabajar juntos en el escudo antimisiles. No obstante, mientras la Alianza aboga por dos sistemas independientes que intercambien información, Rusia prefiere un sistema integrado con “interoperabilidad total” . En junio, el enviado ruso a la OTAN, Dmitry Rogozin, acusó a los EE.UU. de estar “desplegando el sistema en Europa sin esperar a alcanzar un acuerdo con Rusia”.
Detectan lanzamientos de cohetes
Se espera que los radares estén operativos a finales de este año. Teóricamente, si detectan el lanzamiento de un cohete enemigo, envían la información a barcos de guerra estadounidenses en el Mediterráneo equipados con el Sistema de Defensa contra Misiles Balísticos Aegis, diseñado para enviar otro misil que intercepte el artefacto enemigo. No obstante, el sistema todavía no está perfeccionado: de las 27 ocasiones en las que Aegis ha intentado interceptar otro misil, solo se ha conseguido en 22 de ellas, lo cual ha dado alas a los críticos del proyecto, tanto en EE.UU. como en Turquía.
En todo momento, el gobierno turco ha puesto como condición que no se señale a Siria ni a Irán como “amenazas” en los documentos oficiales de la OTAN sobre el escudo antimisiles. “Mencionar a un país, Irán, es incorrecto y no sucederá”, aseguró hace meses el presidente turco, Abdulá Gül. Pero los promotores del proyecto han tardado muy poco en dejar claro quién es el objetivo. “No hemos hecho ningún secreto del hecho de que el programa de misiles iraní es un motivo de preocupación”, ha dicho el portavoz del Pentágono, el Coronel Dave Lapan.
«Mencionar a un país, Irán, es incorrecto y no sucederá»
Por ello, la reacción iraní ha sido inmediata . “Esperamos de los países amigos y vecinos que no promuevan políticas que creen tensión, y que seguro que tendrán consecuencias complicadas”, ha declarado Ramin Mehmanparast, portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán. “Nuestro país condena cualquier acto que promueva una carrera armamentística en esta región y en el mundo”, afirma.
“Occidente asegura que el sistema de radares es para contrarrestar los misiles iraníes, pero deberían ser conscientes de que no toleraremos ninguna agresión contra nuestros intereses nacionales”, ha dicho, más contundentemente, el Ministro de Defensa, Ahmad Vahidi. “Consideramos la presencia de América y Occidente (en la región) como una fuente de problemas para los países islámicos”, añade.
Irán está tan abiertamente en boca de los responsables del proyecto que algunos analistas han señalado la posibilidad de que se trate de una estrategia deliberada para dañar el acercamiento entre Irán y Turquía, que ciertamente preocupa a la OTAN. Turquía es uno de los pocos países que se ha opuesto abiertamente a la adopción de sanciones a causa del programa nuclear iraní, y ha promovido alternativas, como el enriquecimiento de uranio fuera de territorio iraní, que no han sido aceptadas por los otros países implicados en las negociaciones.
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