El escándalo Traoré mete fuego a la Francia multicultural

La justicia renunció en su día a perseguir judicialmente a los gendarmes que participaron en los altercados que terminaron con la muerte de Traoré.

Cuatro años después, la familia pide «justicia» y ha creado un comité Traoré, que ha organizado manifestaciones de solidaridad con cierto éxito, llegando a reunir a más de 20.000 personas.

Emmanuel Macron y su ministra de Justicia, Nicole Belloubet, ha deseado recibir y escuchar a la familia Traoré, que ha rechazado esas invitaciones , en la cúspide del poder político, convocando una nueva «manifestación nacional», el próximo sábado, en París.

Ante esa convocatoria, han comenzado a publicarse informaciones «contradictorias» sobre Adama Traoré y su familia, presentada en varios medios de comunicación como una «familia de delincuentes mafiosos».

BFMTV, la primera cadena de información permanente, en Francia, tradicionalmente bien informada y respetada, ha presentado al «clan» Traoré con «matices biográficos» muy negros (moralmente).

Según BFMTV, antes de morir en oscuras circunstancias, Adama Traoré había sido perseguido y encarcelado por delitos como atraco a mano armada, tráfico de drogas, violación de una menor.

Según la misma fuente, los hermanos Traoré habrían participado en todo tipo de tráficos crapulosos y la madre habría comprado o intentado «comprar» el testimonio de varias víctimas de extorsiones con violencia.

El escándalo Traoré estalla en un momento de tensiones multiculturales y racistas muy diversas .

La Chaîne Info (LCI), segunda cadena nacional de información permanente, ha emitido este miércoles un reportaje muy truculento , anunciando la multiplicación de «acciones» y «pintadas» agresivamente anti policiales, en varios suburbios parisinos, con apelaciones directas al asesinato: «No queremos policía en nuestros barrios». «Policías = cerdos». «Policías, vais a morir». «Salva una vida: mata a un poli». «Hay que meter fuego a las prisiones».