Donald Trump sufre un revés en las últimas primarias en EE.UU.

Kemp, que se resistió públicamente a las presiones de Trump para que anulara los resultados de las elecciones antes de la toma de posesión de Biden en enero de 2021, ha demostrado que un candidato republicano no necesita la bendición del expresidente para poder imponerse sobre sus rivales.

Trump apoyó como contrincante de Kemp a David Perdue, que era senador y perdió su escaño en las mismas elecciones de hace dos años. Y no sólo se ha impuesto Kemp en las primarias, también ha cobrado una ventaja decisiva Brad Raffensperger, actual secretario de Estado de Ge orgia que aspira a repetir en el cargo.

Raffensperger fue encargado de certificar formalmente las elecciones de 2020 en su estado y por hacerlo fue duramente atacado por Trump y sus acólitos. El expresidente acusa a Kemp, Raffensperger y otros republicanos en estados que perdió, como Georgia o Arizona, de participar de una gran conspiración para robarle la presidencia . Ni una sola corte de justicia de EE.UU., incluido el Supremo, ha fallado a favor de Trump. En una llamada filtrada, Trump pidió a Kemp que encontrara «los votos necesarios» para ganarle a Biden en Georgia, estado decisivo en la victoria de este último.

Las presiones del expresidente Trump han dividido al Partido Republicano, especialmente después del saqueo del Capitolio el 6 de enero de 2021, cuando una turba trató de impedir la certificación oficial de las elecciones, que presidía el entonces vicepresidente Mike Pence. Los asaltantes intentaron capturar y ahorcar a Pence, según revelaron investigaciones policiales posteriores. En el tramo final de las primarias en Georgia, el propio Trump participó en actos a favor de sus propios candidatos, mientras Pence hizo campaña por Kemp .

Este revés no significa que Trump no sea una formidable fuerza en su partido. A la mayoría de candidatos les beneficia tener la bendición del expresidente. Algunos de sus más enardecidos defensores se han impuesto con gran holgura, como la diputada Marjorie Taylor Greene en Georgia o la candidata a gobernadora en Arkansas , Sarah Huckabee Sanders, que fue secretaria de prensa del expresidente Casa Blanca. Ya en las primarias republicanas al senado de Ohio, el 3 de mayo, su candidato, J.D. Vance, se impuso cómodamente sobre sus contrincantes tras recibir su apoyo tarde en la contienda.

Pero esta campaña de primarias ha demostrado que Trump no es infalible. Uno de sus candidatos en Carolina del Norte , el diputado Madison Cawthorn, perdió en las primarias del 18 de marzo tras un rosario de escándalos y filtraciones de vídeos y fotos subidos de tono. Y su elegido para el senado en Pensilvania, el televisivo doctor Mehmet Oz, no logró imponerse con fuerza, y espera aun el resultado oficial de un recuento.

En Georgia , Kemp se medirá con la mujer a la que derrotó hace cuatro años, Stacey Abrams, quien movilizó el voto demócrata en el estado de forma decisiva para la victoria de Biden en 2020. En Texas, George P. Bush, nieto y sobrino de expresidentes con su mismo apellido, perdió este mismo martes las primarias republicanas a fiscal general del estado frente a Ken Paxton, quien hoy ocupa el cargo y fue apoyado por Trump.