El islam y Marine Le Pen dividen al partido de Sarkozy
El triunfo de una u otra línea de la UMP puede asegurar la victoria o derrota del presidente francés en las elecciones de 2012
juan pedro quiñonero
El primer ministro y el secretario general del partido de Nicolas Sarkozy se enfrentan públicamente en dos terrenos políticamente incendiarios: el prometido debate sobre el puesto del Islam en Francia, y la manera de combatir la influencia creciente de Marine Le Pen en la vida ... pública nacional.
François Fillon , primer ministro, dio esta consigna en víspera de la segunda vuelta de las elecciones cantonales: “Hay que hacer todo lo posible para derrotar a los candidatos de la extrema derecha”.
Tras el resultado de la segunda vuelta electoral, Jean-François Copé , secretario general de la UMP (Unión por un Movimiento Popular), lanza contra Fillon una dura estocada verbal: “Esa posturita personal es todo lo contrario del trabajo en equipo, colectivo, como habíamos acordado en un desayuno de trabajo con el presidente de la República”.
Un portavoz oficioso del primer ministro francés reacciona afirmando: “Es rarísimo que el líder del partido de gobierno ataque de manera tan violenta al jefe de su propio gobierno”.
Tras esas y otras escaramuzas verbales, l a UMP se divide en varias “tendencias ”, “familias” o “sensibilidades”. Fillon (de origen demócrata cristiano) es partidario de combatir de frente al FN de Marine Le Pen. Copé (conservador “puro”) es partidario de una posición más flexible: criticar duramente la “demagogia populista” del FN, pero intentando rescatar a los electores conservadores decepcionados con Sarkozy.
Se trata de un debate estratégico: el triunfo de una u otra línea puede asegurar la victoria o la derrota de Sarkozy en las presidenciales del 2012.
Intentando federar las distintas sensibilidades de su mayoría presidencial, Sarkozy había propuesto lanzar un gran debate nacional sobre el puesto del Islam en Francia . Tras la derrota de las cantonales, ese debate también divide a las distintas familias políticas integradas en la UMP.
François Baroin , portavoz oficial del Gobierno, y ministro del Presupuesto, es partidario de “enterrar” el debate : “Cuanto antes corramos esa página mejor. Corremos el riesgo de estigmatizar a una parte de la sociedad francesa, que no lo perdonaría”. Copé, por el contrario, es partidario de seguir adelante con el debate nacional sobre el Islam, que también critican las distintas capillas centristas.
Consciente de los riesgos de división fratricida, dentro de la UMP, Sarkozy advierte: “Quienes intenten dividirnos, lo pagarán muy caro”. Sin embargo, Jean-Louis Borlo, líder centrista y ex ministro, no se da por aludido: “Estoy perfectamente sereno ante los nervios de unos y otros”.
Socialistas y extrema derecha contemplan con alegría nada disimulada las divisiones a flor de piel del partido de Sarkozy , cuyo primer objetivo es poner orden dentro de sus propias filas, para poder acometer la larga marcha de las próximas presidenciales en orden de combate.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete