La Junta egipcia reitera que dejará el poder, mientras Mursi y Shafiq se declaran ganadores
Ambos candidatos afirman haber obtenido el mismo porcentaje de votos: 52%. Los Hermanos Musulmanes celebran la supuesta victoria en Tahrir
paula rosas y paula rosas
Los Hermanos Musulmanes no han perdido el tiempo esta mañana y han proclamado a su candidato, Mohamed Mursi , vencedor de los comicios presidenciales en los que habría conseguido, según sus cálculos, más de 52% de los votos . Sin embargo, desde ... la campaña de su rival Shafiq aseguran que la cofradía se ha adelantado al atribuirse la victoria y que es el ex primer ministro el que lidera el recuento con el mismo porcentaje.
La Junta asegura que transferirá el poder al presidente a finales de mes
A la espera de resultados oficiales, que no se conocerán hasta el jueves, seguidores de Mursi se han echado a la calle esta mañana a celebrar lo que ellos consideran como una victoria segura de su candidato. Con banderas de Egipto y de los Hermanos Musulmanes, unas 200 personas han colapsado el tráfico en la plaza Tahrir durante las primeras horas de la mañana.
Estas celebraciones, asegura el portavoz de Shafiq, Ahmed Sarhan, tratan de forzar una victoria prematura de Mursi para que, si finalmente gana Shafiq, se cree tensión en las calles. «La próxima vez, el candidato que se despierte antes por la mañana bien puede dar una rueda de prensa y declararse candidato [...] los actos de la cofradía y de Mursi son completamente irresponsables», dijo.
Los resultados que ofrece a estas horas la prensa local, sin embargo, refuerzan la victoria de los Hermanos Musulmanes. Mursi habría ganado en 27 provincias, pero ha perdido en la capital, El Cairo, donde han tenido lugar la mayor parte de las protestas durante la transición y donde parece haber calado el mensaje de Shafiq de búsqueda del orden y la estabilidad.
Poderes limitados
El próximo presidente, sin embargo, va a tener sus poderes muy mermados. Las enmiendas constitucionales presentadas anoche por la junta militar pocos minutos después del cierre de los colegios electorales reducen las prerrogativas del jefe del Estado y parecen indicar que el Ejército está dispuesto a pelear su independencia a cualquier precio. El nuevo presidente no será comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ni podrá declarar la guerra sin la aprobación de la Junta militar. El Ejército se reserva también el derecho de veto en la redacción de la próxima Constitución, y ostentará el poder legislativo hasta que se haya nuevo Parlamento.
Tras la publicación por sorpresa de las enmiendas anoche, la junta militar ha comparecido ante la prensa esta mañana para explicar la nueva declaración constitucional, y para asegurar que el presidente «tendrá todos los poderes ejecutivos», que ellos transferirán a finales de este mes. El jefe del Estado, además, tendrá la última palabra en los proyectos de ley que elabore el Gobierno.
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