El disidente chino Chen Guangcheng denuncia su arresto en un vídeo secreto

Este activista ciego, que criticó la esterilización y abortos forzosos de miles de mujeres, salió de la cárcel en septiembre, pero sigue bajo arresto domiciliario y nadie puede visitarlo

El disidente chino Chen Guangcheng denuncia su arresto en un vídeo secreto AFP

PABLO M. DÍEZ

Se suponía que estaba en libertad, rigurosamente vigilada eso sí , pero la realidad parece ser mucho peor. El disidente ciego Chen Guangcheng, que en septiembre cumplió una condena de cuatro años de cárcel por desafiar al régimen chino, permanece enclaustrado ... en su casa de la provincia de Shandong, de la que no puede salir y donde nadie puede visitarlo.

“No puedo ni dar un paso fuera. Mi esposa tampoco. Sólo mi madre está autorizada a salir para comprar comida y así vamos tirando”, denuncia en un vídeo grabado en secreto que el grupo de activistas estadounidenses China Aid ha colgado en internet.

Según dicha organización, la cinta se la hecho llegar “un amigo del Gobierno disconforme con el trato que está recibiendo Chen”. En el vídeo, cuya autenticidad no ha podido ser confirmada, el abogado Chen aparece a las puertas de su casa portando sus características gafas oscuras y, en uno de los momentos de la grabación se ve a un supuesto agente de seguridad husmeando en el interior del domicilio.

Denunció abortos forzosos

Aunque ya se suponía que el letrado estaba bajo arresto domiciliario porque la Policía vigila los accesos a Dongshigu para impedir que lo visiten amigos y lo entrevisten periodistas, es la primera vez que consigue hablar de su confinamiento . “Han puesto cámaras de vigilancia alrededor de la casa y en la entrada al pueblo, soy acosado las 24 horas de día”, se queja Chen, quien se ganó la enemistad del régimen al denunciar una masiva campaña de esterilizaciones y abortos forzosos que afectó a miles de mujeres en su provincia natal, Shandong.

Sus críticas, profusamente documentadas, pusieron el dedo en la llaga de la política del “hijo único” impuesta por el Gobierno chino a finales de los 70 y destaparon las irregularidades en su cumplimiento por parte de las autoridades locales.

«El abogado en alpargatas»

Apodado el “abogado en alpargatas” por sus orígenes humildes, Chen, quien cumplió 40 años en noviembre, fue condenado a cuatro años y tres meses de cárcel por “dañar intencionadamente la propiedad y reunir a una multitud para interrumpir el tráfico” en una protesta contra el régimen. Otro ejemplo de que la Justicia es un cuento chino para Pekín, que la utiliza como un elemento más de represión.

Aunque Chen se quedó ciego durante la infancia, con tesón estudió leyes de forma autodidacta y pronto empezó a interesarse por los abusos que sufrían sus vecinos, especialmente los disminuidos que estaban exentos de pagar impuestos. Tras desvelar la campaña de esterilizaciones y abortos forzosos, las autoridades de Linyi acosaron a Chen y a su esposa, la también abogada Yuan Weijing, hasta el punto de impedir sus movimientos y comunicaciones.

Mientras su mujer lleva desde 2005 constantemente vigilada o confinada bajo arresto domiciliario, él fue sentenciado en 2006 después de que tres de sus abogados fueran detenidos la noche antes del juicio, otro más recusado por el tribunal y el quinto sufriera una paliza.

Dentro de las irregularidades del proceso, sus partidarios aseguran que las pruebas contra Chen por instigar un ataque contra las oficinas del Gobierno y dirigir a un grupo de manifestantes para cortar el tráfico estaban amañadas. Teóricamente en libertad, Chen Guangcheng sigue siendo prisionero del régimen.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios