Detenido un arquitecto francés en el escándalo de corrupción de Bo Xilai
Arrestado en Camboya Patrick Devillers, que trabajó para el dirigente chino caído en desgracia y montó una empresa con su esposa, acusada de la muerte de su socio británico
pablo m. díez
Nueva vuelta de tuerca en el escándalo de Bo Xilai , el gerifalte del Partido Comunista chino defenestrado por corrupción y cuya esposa, Gu Kailai, ha sido acusada del asesinato de su socio británico y supuesto amante, Neil Heywood. Un arquitecto francés, Patrick Devillers, ... ha sido detenido en Camboya por su presunta implicación en esta trama de corrupción, sexo y poder que, como si fuera una novela de John le Carré , mezcla las luchas en el seno del régimen chino con una millonaria fuga de capitales y hasta un crimen todavía sin aclarar.
Pekín «ha solicitado su extradición porque ha cometido delitos allí»
Según la agencia France Presse, que cita a la Embajada francesa en Phnom Penh , Devillers fue arrestado hace dos semanas cumpliendo una solicitud de las autoridades chinas. Aunque el jefe de Policía de la capital camboyana, Touch Naruth, no explicó las causas de la detención, indicó: «Estamos considerando enviarlo a China o a Francia». Naruth explicó que el régimen de Pekín «ha solicitado su extradición porque ha cometido delitos allí». A través del viceportavoz de Exteriores, Eric Bosc, el Gobierno francés ha pedido a las autoridades de Camboya «claridad sobre los motivos de su arresto», que tuvo lugar el 13 de junio.
Los lazos entre Patrick Devillers y Bo Xilai se remontan a la década de los 90. En esa época, Bo era alcalde de la ciudad de Dalian, en la provincia nororiental de Liaoning, y contrató al arquitecto francés para diseñar su remodelación urbanística a base de grandes avenidas, parques y plazas.
En el año 2000, la mujer de Bo Xilai, Gu Kailai, se asoció con Devillers y ambos montaron una empresa que pretendía captar arquitectos europeos para desarrollar proyectos en China. En el registro de dicha compañía ambos dieron la misma dirección, un apartamento en Bournemouth, en la costa sur de Inglaterra, por donde también se dejaba ver el británico Neil Heywood. Según el diario «The Times», dicho piso era el «nidito de amor» que éste compartía con Gu Kailai, quien habría acabado en sus brazos despechada por el abandono de su marido, que por aquel entonces empezaba a escalar puestos en el régimen chino y tenía fama de mujeriego. De hecho, el tabloide «Apple» incluso lo relaciona con la famosa actriz china Zhang Ziyi, que le habría cobrado hasta un millón de dólares por noche a cambio de sus favores sexuales. Al margen de estos detalles folletinescos, la firma Adad (Desarrollo Arquitectónico) sólo duró tres años e hizo más bien pocos negocios.
La figura «más misteriosa»
En marzo de 2006, el arquitecto galo y su padre, Michel Devillers, establecieron en Luxemburgo una inmobiliaria con numerosas propiedades valoradas en decenas de millones de euros. A la hora de registrar la compañía, llamada D2 , Patrick Devillers utilizó una dirección de Pekín que coincide con el bufete de abogados de Gu Kailai. Tanto la ubicación de esta firma en el Gran Ducado, un opaco paraíso fiscal de Europa, como el estratégico negocio del «ladrillo» disparan las sospechas de que fuera una tapadera para «lavar» dinero negro sacado ilegalmente de China por la mujer de Gu Kailai y su socio británico, Neil Heywood, quien en noviembre del año pasado apareció muerto por envenenamiento en un hotel de Chongqing , la populosa megalópolis bañada por el río Yangtsé y cercana a la presa de las Tres Gargantas que dirigía Bo Xilai.
La esposa de Bo se sentía despechada: su marido tenía fama de mujeriego
Sin embargo, el propio Devillers negó cualquier irregularidad en una entrevista concedida el pasado mes de mayo al periódico francés «Le Monde», donde también afirmó que Heywood era «un alma noble».
Más interesado según su padre por la filosofía oriental que por los negocios, Patrick Devillers lleva unos seis años residiendo en Camboya , donde habita un edificio colonial francés de Phnom Penh, se mueve por la ciudad con una furgoneta «pick up» Toyota o una bicicleta eléctrica y tiene a la venta una casita de bambú cerca de la playa en Kep. Contactado en mayo por el diario «The New York Times», que lo considera la «figura más misteriosa» en el «caso Bo Xilai», se limitó a responder citando una máxima taoísta: «No le des al mal ninguna oposición y desaparecerá por sí mismo. Creo que esta enseñanza está llena de sabiduría y espero que los hechos demuestren finalmente la verdad».
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