EL ARPÓN

Depardieu, en otro papel

Gerard Depardieu, un actor mitológico, le da el portazo a su país, porque paga, en impuestos, el 85 % de sus ingresos

ángel antonio herrera

Gerard Depardieu , un actor mitológico, le da el portazo a su país , porque paga, en impuestos, el 85 % de sus ingresos. Se ha buscado choza de oro en Bélgica y le ha dicho a su Gobierno que “no valora el talento, la ... creatividad, la diferencia”. A uno ese 85% le parece un atraco, trátese del exótico Depardieu o de un tiburón de los que se anudan la corbata con diamantes. No vamos a negar ahora que podría discutirse el plan de que más paguen quienes más ganan, pero de eso a dejarle a un millonario las sobras de su oficio va un abismo pariente de la injusticia. Es más, tampoco conviene darle muy mala vida a aquel que produce mucho, porque enseguida pilla un avión, a lo mejor hasta propio, y se larga. Depardieu no vive de exprimir o explotar a nadie, como quizá sí hacen otros, y da tajo de empresa a los de su difícil gremio. Una cosa es pagar todos los impuestos, y otra pagarlo todo en impuestos. Como actor, ya creó escuela Depardieu, y está a un rato de crearla también como exiliado fiscal, a bordo del cabreo.

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