«El que debe vivir»... en Cuba

El primer capítulo, de un total de ocho, emitido en horario de máxima audiencia este domingo, describió los primeros intentos de atentado contra Castro antes del triunfo de su revolución, el 1 de enero de 1959. En concreto, en la primera entrega, de una hora y diez minutos de duración, se explicaron las primeras conspiraciones para abortar en México la expedición del yate «Granma».

La disidencia interna consideró la emisión de esta serie sobre Castro, retirado del poder desde cayó enfermo en julio de 2006, como un intento del sector inmovilista del régimen comunista de realzar su «alicaída» figura. Para contrarrestar las ansias de cambio de sectores del Partido Comunista, los sectores más conservadores «han decidido realzar su figura de héroe imbatible porque ha perdido peso internamente», asegura a este diario el preso político bajo licencia Óscar Espinosa Chepe.

Trece días después de comenzar su huelga de hambre y sed, el diario «Granma» se refirió a Guillermo Fariñas como «delincuente común violento» y «agente de EE.UU.». El Gobierno asegura que ha realizado «múltiples esfuerzos» para garantizar su salud, así como que «no aceptará presiones ni chantajes» de los medios internacionales.

La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn) denunció ayer que La Habana está actuando en este caso «con la misma lógica inhumana» que aplicó con el disidente Orlando Zapata, que murió horas después de ingresar en la unidad de cuidados intensivos. Al mismo tiempo, los presos políticos del Grupo de los 75 condenaron la muerte de Zapata y se mostraron «conmovidos por el sacrificio» de Fariñas, en un comunicado divulgado ayer desde la isla.