Las Damas de Blanco piden al cardenal Ortega que medie para que las reciba el Vaticano

El encuentro, en el Arzobispado de La Habana, se produjo en un momento marcado por las críticas contra el cardenal de algunos grupos del exilio y de la disidencia interna, que han suscitado una campaña de apoyo a Ortega desde las publicaciones católicas de la isla.

Al término de la reunión, la portavoz del grupo, Berta Soler , dijo a periodistas que fue una reunión «muy abierta» en la cual Ortega se mostró «muy receptivo» y escuchó todos sus planteamientos, informa Efe.

Según Soler, las cuatro representantes del grupo que asistieron tenían como objetivo informar al cardenal y arzobispo de La Habana de que las Damas de Blanco son «llevadas a calabozos» por ir a sus habituales misas dominicales, al mismo tiempo que «se ha recrudecido la represión» contra ellas.

Soler señaló que recordaron a Ortega que hace unos días el grupo entregó una carta en el Arzobispado en la que pedían su intercesión para que el Papa Benedicto XVI les conceda una audiencia en el Vaticano.

También le plantearon el caso de dos de sus miembros que están detenidas y sin juicio desde marzo pasado . «Tenemos confianza, fe en él, puesto que tenemos que agradecerle mucho», resaltó Soler. La esposa del exprisionero de conciencia Ángel Moya recordó que en 2010 el cardenal contribuyó a la liberación de presos políticos y al cese de agresiones de partidarios del régimen contra las Damas en La Habana, durante sus habituales caminatas dominicales.

Ortega, máxima autoridad católica de la isla, protagonizó ese año un inédito diálogo entre la Iglesia católica y el Gobierno de Raúl Castro que fructificó en un proceso de excarcelación de presos políticos.

Desde entonces, la Iglesia ha adquirido un renovado papel como interlocutora ante las autoridades cubanas y ha abierto espacios de intercambio y diálogo sobre cuestiones como la diáspora y la reconciliación entre cubanos de fuera y dentro del país.

En las últimas semanas, Ortega ha sido blanco de críticas por parte de sectores que lo acusan de alinearse con el Gobierno y también por los comentarios que realizó sobre el desalojo de un grupo de personas que se encerraron en una parroquia habanera como acto de protesta días antes de la visita a Cuba de Benedicto XVI.