La Justicia de EE.UU. condena a trece años de prisión al jefe de seguridad de Uribe

Los cargos no son de poca monta. Según informaba desde Washington el diario «El Tiempo» , el pasado agosto Santoyo firmó un acuerdo con la Justicia de EE.UU. en el que aceptó que «conscientemente abusó de su cargo» para asesorar, apoyar y hasta suministrar personal a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), los escuadrones de la muerte que en los años noventa combatieron a las guerrillas.

Según fuentes citadas por Gómez, Santoyo les daba información a los paramilitares sobre las investigaciones que autoridades nacionales y extranjeras seguían contra ellos, les alertaba sobre las operaciones de captura de sus integrantes y hasta llegó a avisarles sobre qué teléfonos de la organización estaban interceptados por los investigadores.

«Reconozco que me equivoqué. Cometí errores y estoy respondiendo por ellos. Le pido perdón a mi familia y les pido consideración y benevolencia», dijo Santoyo al conocer el fallo.

Sorprende que un oficial de tan alto rango haya llegado a esta situación. Pero, según explicaba la revista «Semana» , Santoyo tomó la decisión de cooperar por simple sensatez. Las estadísticas demuestran que los colombianos que se enfrentan a un juicio en tribunales estadounidenses, usualmente terminan con elevadas condenas. Pero si cooperan , confiesan y siguen entregando información, la cantidad de años en prisión se reduce notablemente.

Por eso Santoyo no dudó en encender el ventilador y confesó al tribunal que, como jefe de seguridad de Uribe, realizó e scuchas ilegales para recoger información y ayudar a las AUC «en la comisión de actos terroristas y narcotráfico». El general admitió, asimismo, que facilitó el traslado de oficiales corruptos a zonas donde podían ser útiles a las AUC. Alertó a los mafiosos sobre pesquisas de agentes secretos de Estados Unidos, Gran Bretaña y Colombia contra ellos. Y «notificó a miembros de las AUC que iban a ser capturados, incluso en casos de autoridades colombianas con la DEA».