Clegg logra el apoyo de su partido para pactar con Cameron
Nick Clegg obtuvo ayer el respaldo de su partido en su apuesta por intentar un pacto con los conservadores, cuya negociación avanza en un clima «muy positivo y constructivo». «Tories» y liberales dicen no haberse dado formalmente un tiempo límite para llegar a un acuerdo, ... aunque desearían tenerlo ultimado mañana y cerrado antes de que el miércoles se constituya la nueva Cámara de los Comunes.
Unas mil personas se manifestaron ante delegaciones de ambos partidos para presionar la negociación -que esta mañana será reanudada por ambas partes- y para reclamar un sistema electoral de representación proporcional, asunto clave y especialmente complicado en la negociación del pacto.
En caso de que éste se consume, probablemente se trataría de un acuerdo de apoyo externo, y no de un Gobierno de coalición. Si las conversaciones fracasan, la opción más creíble es un Gobierno en minoría de los conservadores (306 escaños), apoyado puntualmente en los unionistas del Ulster (8). La mayoría absoluta está en 326 diputados.
Un pacto alternativo entre los laboristas (258) y los liberal-demócratas (57), aunque buscado activamente por el partido de Gordon Brown, es menos viable, pues necesitaría sumar a los nacionalistas escoceses (6) y galeses (3) y también a los católicos norirlandeses del SDLP (3) para llegar a la mayoría. Además, la posición de Brown comienza a debilitarse: un diputado laborista pidió ayer su dimisión y sus relaciones con Clegg parecen haberse deteriorado.
Con o sin arreglo
La BBC aseguró que en una conversación por teléfono entre Brown y Clegg, el líder laborista llegó a gritar a éste por su insistencia en que tiene que dimitir. Fuentes de ambas formaciones negaron que la conversación hubiera sido tensa. En cualquier caso, ya durante la campaña Clegg dibujó una situación postelectoral sin Brown.
Mientras tanto, crece la sensación general de que Cameron tendría que ser primer ministro aunque no pueda cerrar un pacto con los liberal-demócratas. En ese sentido, algo más de dos tercios de los británicos quieren que Brown dimita inmediatamente como primer ministro en funciones, de acuerdo con un sondeo de YouGov que publica hoy «The Sunday Times».
En reuniones con la dirección liberal-demócrata, el grupo parlamentario y el comité federal del partido, fue avalada la posición de Clegg de que la primera opción sería un acuerdo con David Cameron. «Nick quiere que todo el partido esté con él en esto», ha dicho Simon Hugues, uno de los dirigentes liberal-demócratas que participan en las conversaciones con los conservadores. Hugues admitió que éstos no son los «inmediatos aliados naturales» de su partido, pero indicó que «todo el mundo en el Reino Unido espera que seamos responsables».
El principal escollo para un pacto es el relativo a la reforma del sistema electoral. Los liberal-demócratas reclaman la representación proporcional, pues el vigente castiga especialmente a los partidos menores (los lib-dem han logrado el 23% de los votos, pero se han quedado con el 8,7% de los escaños). Los «tories» han venido insistiendo en que desean mantener el sistema unipersonal mayoritario simple, que premia la formación de mayorías (los consevadores han tenido el 36,1% de los votos y el 47,2% de los escaños).
La reforma es una reclamación histórica de los liberal-demócratas y difícilmente las bases del partido aceptarán un pacto que no incluya un compromiso de algún tipo en esta línea, algo que los laboristas ya han ofrecido a la espera de que fracase un pacto Cameron-Clegg. De todos modos, los liberal-demócratas no pueden centrarlo todo en ese punto, pues quedarían como unos oportunistas que sólo velan por su interés, cuando la prioridad del país es constituir un Gobierno y sentar las bases para la recuperación económica.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete