El cierre del Gobierno de EE.UU. cumple dos semanas con accidentes, colas y deudas

Los funcionarios norteamericanos cobran cada dos semanas. Ayer vencía el primer plazo de pago de nóminas bajo el cierre que ha forzado Donald Trump por la negativa del Capitolio a financiar el muro con México. Colleen Kaur, de 42 años, trabaja para el gobierno federal en Washington, igual que su marido. «Una de las cosas más humillantes que he tenido que hacer en mi vida es llamar al casero y al banco para aplazar los pagos del coche, la hipoteca y el crédito de los estudios universitarios», asegura. Su familia ha pasado de ser clase media a carecer de ingresos.

Claire O’Rourke, de 33 años, mantiene sus planes de celebrar su boda el sábado que viene, pero será algo simbólico. La corte de Washington que expide licencias de matrimonio está cerrada desde el 22 de diciembre y por lo tanto no se pueden certificar bodas en la capital, con los efectos que ello tiene para trámites migratorios . «Es muy frustrante», asegura. «Seguiremos adelante con la boda, pero me gustaría que el papeleo quedara ya resuelto».

Los 100 invitados que llegarán de todo el país a esa boda tendrán que acudir al aeropuerto con bastante antelación. Como otros 400.000 funcionarios, los 55.000 empleados de la Agencia de Seguridad de Transportes, encargada de los controles en los aeropuertos, se ven obligados a trabajar sin sueldo porque su puesto se considera vital para la seguridad nacional. El problema es que muchos de ellos no tienen medios suficientes para acudir a trabajar sin sueldo y se ha disparado el absentismo en grandes aeropuertos, provocando atrasos y colas de pasajeros.

El aeropuerto más afectado es el de JFK en Nueva York , donde según sindicatos citados por CNN hay unas 170 ausencias al día. En otros aeródromos importantes, como el de Dallas, el absentismo ha aumentado hasta un 300%. La periodista Yesha Callahan denunció ayer que en un control en el aeropuerto de Newark trabajaban sólo dos empleados de seguridad . Ante las quejas por las largas colas, uno de ellos dijo: «Échele la culpa a Trump».

Con el cierre, han dejado de trabajar los empleados de museos y parques públicos. Sin embargo, la Casa Blanca ha decidido que permanezcan abiertas zonas forestales que en otros cierres han sido clausuradas. En ellas ha habido en las pasadas dos semanas tres accidentes con víctimas mortales: una niña se precipitó por un barranco en el Gran Cañón , un hombre sufrió una contusión mortal en una caída en Yosemite y a una mujer le cayó una rama en el parque de Great Smoky Mountains, en la costa Este del país. Son accidentes que tal vez no se podrían haber evitado, pero todos ocurrieron sin que hubiera en ningún caso personal de vigilancia.

Ayer tuvo lugar la primera reunión del grupo formado el viernes por Trump y los líderes del Capitolio para buscar una solución al bloqueo de los presupuestos, pero no hubo ningún avance relevante.