Chirac asegura que la guerra romperá la coalición contra el terrorismo
PARÍS. El presidente Jacques Chirac anunció anoche que Francia votará contra una nueva resolución de la ONU, sobre Irak, «sean cuales sean las circunstancias». A su modo de ver, todavía no hay una mayoría de países favorables a un ultimátum. En caso de llegar a ... conseguirse esa mayoría, París también votará contra; anunciando que, en caso de guerra, quedará rota la coalición antiterrorista mundial, temiendo la proliferación de atentados y una crisis económica internacional grave.
El presidente Chirac continúa defendiendo la necesidad de una cumbre y voto de jefes de Estado y Gobierno, en el Consejo de Seguridad, para tomar, al máximo nivel, la decisión final sobre la crisis iraquí. Hasta anoche, sólo el canciller Gerhard Schröder había confirmado calurosamente su presencia en Nueva York, «si había un número suficiente de jefes de Estado y Gobierno interesados en ese debate».
A la vista de las reservas de los jefes de Estado y Gobierno, el presidente de Francia intervino anoche durante cuarenta y cinco minutos en las dos primeras cadenas de televisión nacionales, pública y privada, para defender de manera pedagógica su posición personal, en vísperas de decisiones que pudieran ser difinitivas. Ni Chirac ni Schröder irán a Nueva York si otros jefes de Estado y Gobierno no se suman a la iniciativas francesa.
Voto mayoritario
A las 20.30 de ayer, Chirac creía poder afirman que, «hoy por hoy, a estas horas, creo que no hay una mayoría de nueve votos en el Consejo de Seguridad, favorable a una nueva resolución sobre Irak». Francia continuará oponiéndose a un nuevo texto, en cualquier hipótesis. Y si la posición de otros miembros del Consejo evolucionase, Francia continuaría votando contra.
Chirac evitó cuidadosamente utilizar la palabra veto, pero su argumentación concluye con un voto en contra, equivalente al veto. Con mayoría o sin mayoría, en cualquier hipótesis, París votará contra una nueva resolución.
A juicio Chirac, es posible desarmar a Irak, sin recurrir a la guerra. «De alguna manera, afirmó Chirac, los americanos ya han ganado: es gracias a la presencia masiva de sus solados y su maquinaria de guerra militar que se ha conseguido que Irak coopere con los inspectores».
El presidente francés estima que Sadam Husein continúa siendo un tirano peligroso, pero cree que la guerra no es inevitable, ya que, a su modo de ver, «un país con la historia y la estructura política de Irak siempre es peligroso; aunque un país solo es verdaderamente peligroso cuando tiene medios para agredir y atacar, y, finalmente, las inspecciones están dando buenos resultados y pudieran desarmar sin guerra».
Confirmada la oposición francesa a una nueva resolución, y subrayado el voto negativo de Francia, en caso de presentación de una nueva resolución, el presidente francés hizo un panorama muy sombrío de las posibles consecuencias de la guerra, que pudieran traer más terrorismo, más crisis económica, más paro, más incertidumbre mundial.
Beneficios para el terrorismo
«Si hay guerra, afirmó Chirac, los primeros vencedores serán los partidarios del choque de civilizaciones, y son de temer nuevas llamaradas terroristas... Francia ha sufrido el terrorismo mucho antes que otros países y hemos tomado medidas preventivas». Agregando: «La guerra haría estallar la coalición antiterrorista mundial; porque hay muchos países que forman parte de esa coalición y que son contrarios a la guerra». Cuando hace semanas que la Comisión europea insiste en el deterioro alarmante de las cuentas públicas de Francia, desde hace años, el presidente Chirac anunció anoche que una guerra en Irak también pudiera tener consecuencias para la marcha de la economía mundial, afirmando: «El ruido de botas es poco favorable para la economía internacional. Hay menos inversiones. Los consumidores están inquietos. La máquina económica corre el riesgo de sufrir un choque que pudiera aumentar el paro y crear nuevos problemas».
Tensiones con Washington
Oponiéndose a los Estados Unidos de una manera muy frontal, que pudiera ahondar una crisis trasatlántica sin precedentes, el presidente Chirac también intentó relativizar las gravísimas tensiones con Washington. «Los americanos son nuestros amigos y aliados... si hay guerra y ellos necesitar sobrevolar nuestro territorio, es evidente que podrán hacerlo, por supuesto, como debe ser entre aliados», dijo.
Contraria a una intervención militar, Francia ya está dispuesta a participar en el proceso diplomáticos que siga al día después de la guerra y el previsible derrocamiento del régimen de Sadam Husein, presentado por el presidente Chirac de esta manera: «Un régimen como el de Irak no resistiría a la transparencia. Las dictaduras no soportar la transparencia y la libertad. Y pudiera conseguirse ese objetivo, a través de las inspecciones. Una guerra tiene un rosario dramático de consecuencias, en vidas humanas y destrucciones. Si hubiera guerra, el proceso de reconstrucción material y política deberá realizarse a través de las Naciones Unidas. Y es una evidencia que Francia tendrá un puesto que es el suyo».
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