Solo en la oscuridad: la fuga de película del disidente ciego chino

Así lo sugiere Bob Fu, fundador del grupo ChinaAid y uno de los pocos que ha podido hablar con él. En caso de confirmarse, su presencia en la legación estadounidense enturbiará las siempre difíciles relaciones entre ambos países, que celebran a partir del jueves su cumbre bilateral anual con la presencia de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y del secretario del Tesoro, Timothy Geithner.

Pero, en esta ocasión, las habituales discusiones sobre Corea del Norte o la depreciación artificial del yuan pasarán a un segundo plano y las conversaciones girarán en torno a Chen Guangcheng. A sus 41 años, este veterano abogado ha protagonizado una auténtica fuga de película porque, al parecer, escapó solo de su casa en Dongshigu , un pueblo de la provincia oriental de Shandong donde estaba confinado desde su liberación tras cuatro años de cárcel en septiembre de 2010.

Según explicó Bob Fu a la agencia AP, Chen huyó solo durante la noche del pasado 22 de abril. Más que un impedimento, su ceguera fue una ventaja para moverse en la oscuridad entre los campos de maíz y senderos que había explorado a tientas cuando unas fuertes fiebres le arrebataron la vista de niño. Acostumbrado al terreno, y moviéndose con sigilo, se escabulló de los guardianes que rodeaban su casa y atravesó varias plantaciones hasta llegar a un camino que le llevó a un riachuelo.

Tras cruzarlo, se adentró en un bosque y caminó durante horas tratando de dejar atrás a sus vigilantes. Allí se tropezó con los árboles y las ramas y se cayó al menos 200 veces hasta que, cubierto de barro y cicatrices, lo encontró He Peirong, otra disidente de Nanjing que esperaba a recogerlo en su coche.

Con la ayuda de otros activistas, llegó después a Pekín y, tras recuperarse de su heroica fuga, grabó al cabo de unos días un vídeo denunciando los abusos que él y su familia han sufrido durante sus 20 meses de arresto domiciliario. Al parecer, Chen Guangcheng no quiere pedir asilo diplomático en Estados Unidos ni marcharse de China, sino acabar con los abusos que viene padeciendo por parte de las autoridades locales de Dongshigu, donde aún siguen sus parientes.

El disidente teme represalias porque su fuga ha puesto en evidencia a sus guardianes, que no se percataron de su ausencia hasta varios días después. Durante meses, Chen Guangcheng ha exagerado una enfermedad estomacal permaneciendo inmóvil en cama con el fin de que sus vigilantes bajaran la guardia.

Apodado el «abogado en alpargatas» por sus orígenes humildes, el activista se ha ganado la enemistad del régimen por criticar las campañas masivas de abortos y esterilizaciones forzosas en su provincia natal de Shandong. Sus denuncias, profusamente documentadas, pusieron el dedo en la llaga de la política del “hijo único” impuesta por el Gobierno a finales de los 70 y destaparon las irregularidades en su cumplimiento por parte de las autoridades locales.