Chávez da un golpe de efecto y vuelve a Caracas para acallar los rumores

Ya desde el balcón del palacio de Miraflores, y por espacio de 30 minutos por prescripción médica, Chávez se dirigió a la multitud que le esperaba y dijo que todavía no había vencido al cáncer y que le esperaban varias fases de tratamiento. El líder venezolano insistió que diez días después de la operación a la que fue sometido en la Habana , y de la que no reveló ni el alcance ni el tipo de tumor que le fue extirpado, se encontraba preparado para afrontar «la batalla por la vida».

Chávez dio gracias a «Dios, a Bolívar y al pueblo» de encontrarse en casa y tampoco olvidó a Fidel Castro y al equipo médico que le atendió. Además, se dirigió a sus seguidores diciendo que «tendremos que seguir un plan médico paso a paso y sé que ustedes me acompañarán para la victoria definitiva» . Chávez se limitó a decir que la intervención para extirpar el cáncer se prolongó durante 6 horas. Después de recibir un aviso de una de sus hijas desde el balcón, se despidió de sus seguidores para «tomar la merienda, un yogur», concretó y dijo adiós dando las gracias a «Dios a Fidel y al pueblo venezolano».

El «inicio del retorno» mantiene abierta la incógnita sobre si permanecerá en Caracas o volverá eventualmente a La Habana para continuar con un tratamiento médico del cual se desconocen los detalles. El vicepresidente de Venezuela, Elías Jaua, aseguró que por ahora no necesita hospitalización. «Está ahorita en el Palacio, no necesita en este momento atención especial hospitalaria, puede hacerse su tratamiento en la residencia; donde esté», indicó a los medios.

Chávez se marchó del país el pasado 5 de junio con motivo de una gira por Brasil, Ecuador y Cuba, donde fue operado de urgencia de un «absceso pélvico» el 10 junio. La biopsia de la segunda intervención confirmó que padecía cáncer. A los médicos cubanos les agradeció la atención «médica científica y socialista». Sus seguidores le dieron una emotiva bienvenida en la Plaza Bolívar entre el llanto y alegría. Por la tarde apareció de forma triunfal en el «balcón del pueblo» del Palacio de Miraflores para agradecer el apoyo y solidaridad de sus simpatizantes.

Chávez quería dar un golpe de efecto y «regresar como un héroe» para calmar la incertidumbre sobre la pugna por la sucesión que se había generado tras su prolongada ausencia y sus problemas de salud. Sin embargo, manifestó que su estado no le permitía asistir a los actos del bicentenario de la independencia previstos para hoy.

El presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Soto, el único en acertar que Chávez regresaría para presidir la celebración, aseguró que va a salir «fortalecido» de su enfermedad. «Nuevos vientos frescos soplan en Venezuela. Su presencia despeja todas las incógnitas.Hay Chávez para rato».

Su prolongada ausencia había abierto las puertas de la lucha por la sucesión. Cuatro grupos se habían perfilado como potenciales sucesores: el comunista de su hermano mayor, Adán Chávez; el radical izquierdista del vicepresidente Jaua; el ala moderada de Diosdado Cabello y el militar, en torno del ministro de Defensa, Carlos Mata Figueroa. Su regreso podría producir cambios en el Gabinete, como la eventual salida del vicepresidente Jaua. Además de un estudio del impacto emocional en las filas del chavismo, lo que supone una rectificación de su política socialista revolucionaria.