Chávez busca la compañía de Castro para curarse el cáncer

Sin embargo, Chávez sólo delegó algunas funciones administrativas y económicas en el vicepresidente, Elías Jaua, y en el ministro de Planificación, Jorge Giordani. Pero dejó claro que el poder sigue siendo suyo, y nada más que suyo.

El mandatario fue operado de un cáncer en el abdomen el pasado 20 de junio en la capital cubana. Su recuperación ha sido rápida: «Estoy impresionado conmigo mismo», dijo antes de partir a la isla antillana por la tarde. «Volveré a Caracas más pronto de lo que imaginan», añadió, aunque sin precisar la fecha de su retorno. Y aunque, previamente, también había reconocido que le espera un «difícil camino» para su recuperación.

El debate parlamentario para autorizar su viaje fue televisado en simultaneidad con la reunión que sostuvo Chávez con sus ministros en el palacio de Miraflores. El jefe de Estado se mostró burlón con las críticas que le hicieron sus opositores. E hizo alarde de avasalladora energía.

El diputado opositor Alfonso Marquina deseó la pronta recuperación del mandatario, pero consideró inaceptable que convierta a Cuba en el asiento del gobierno venezolano. También exigió que se les reconozca a los presos políticos con cáncer o grave enfermedad —como la jueza María de Lourdes Afiuni— el derecho a ser también debidamente cuidados. Y de inmediato, Chávez ordenó otorgar medidas cautelares y humanitarias para los prisioneros que necesiten tratamiento médico especial.

Antes de viajar a Cuba para someterse a una cura de quimioterapia, en Brasil se había anunciado que ya tenía reservada una sala en uno de los más prestigiosos hospitales para el tratamiento del cáncer, en Sao Paulo. Pero, finalmente, el mandatario se ha inclinado por pasar este trance junto a su amigo Fidel Castro. Como si ideológica y espiritualmente se sintiera mucho más agusto en La Habana.

Eso sí, durante su breve estancia en Caracas, Chávez se ha mantenido fiel a su línea de mano dura con la oposición. Y en especial contra quienes aspiran a disputarle la presidencia de la república. Es el caso de Oswaldo Álvarez Paz, ex gobernador de Zulia (1990 y 1993) y ex candidato presidencial en 1993. Paz fue condenado a dos años de prisión por haber dicho públicamente que el gobierno de Chávez protegió a los etarras y el narcotráfico. El político afectado dijo a ABC que la medida pretende inhabilitarlo como candidato e intimidar a los demás opositores.

Chávez también mantiene bajo control al poder judicial. La presidenta del Tribunal Supremo, Luisa Estela Morales, ordenó abrir una investigación contra el gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonsky, para determinar si hay motivos para enjuiciarlo por presunta estafa y corrupción. Capriles Radonsky lidera las encuestas para las primarias de la oposición, y también la intención del voto presidencial, con un 52%, por encima del 46 de Chávez, según la encuestadora Consultores 21.