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El buque interceptado en el Índico llevaba 15 Scud y material químico

Siete infantes de marina tomaron el buque descendiendo en rapel desde un helicóptero y en él se encontró además 85 bidones de productos químicos

Federico Trillo

Quince cuerpos completos de misiles Scud, 15 cabezas de combate convencionales de alto explosivo, 23 tolvas de combustible de ácido nítrico para los misiles y 85 bidones con productos químicos. Este fue el material que encontraron escondidos en 23 contenedores a su vez comuflados entre 40.000 sacos de cemento en la primera inspección efectuada en el barco «So San» interceptado por la Armada en el Oceano Índico, a cien millas al este de la isla Socotora en lo que el ministro de Defensa, Federico Trillo calificó ayer al mediodía como «la captura más importante que se ha producido en las operaciones de Libertad Duradera». La acción de asalto había comenzado al amanecer del lunes 9 y para para ello fue preciso realizar dos ráfagas de ametralladora desde la fragata, la primera a 200 metros de la proa del mercante, la tercera a 100 metros y luego tres disparos que impactaron sobre la proa del barco. Además dos francotiradores abatieron a tiros los cables del buque mercante para dejar espacio libre al helicóptero desde el que 7 miembros de la unidad de operaciones especiales de infantería de Marina bajaron en «rapel» redujeron y controlaron a los 21 miembros de la tripulación del mercante. El relato de los hechos fue realizado ayer por el ministro de Defensa, Federico Trillo quien destacó que no hubo bajas ni heridos en ninguna de las dos partes. Para la operación, bautizada con el nombre de «Socotora», la orden de interceptar el barco fue «del ministro que le habla -dijo Trillo- del Jemad y del Almirante (de la Armada) que le acompaña». Además, las unidades militares españolas tuvieron que utilizar las denominadas «Roes» reglas de conducta predeterminadas. «Solo que al entrarse en una fase en la que hay que utilizar el fuego -añadió Trillo- se necesita una autorización expresa del jefe del Estado Mayor de la Defensa y del Gobierno». «En principio -añadió-ya se señaló que era fuego disuasorio pero también defensivo si hubiera sido menester».

Pero antes de llegar a este momento de la operación hay que remontarse al 5 de diciembre cuando los servicios de inteligencia de EE.UU. informan de un buque sospechoso que se dirige a algún punto de Oriente Próximo con la sospecha de que transporta armamento ilegalmente. El buque se dirigía a la zona de operaciones de la unidad 150 en el Golfo de Adén que desde el 1 de noviembre está bajo el mando del contralmirante español Juan Antonio Moreno. España participa en esta operación con la fragata «Navarra», que al estar la unidad 150 bajo mando español es el buque insignia, y el buque de apoyo «Patiño». En esa unidad 150 hay barcos alemanes y franceses y ocasionalmente de EE.UU. y Gran Bretaña. Según Trillo fueron los servicios de inteligencia de la coalición Libertad Duradera los que proporcionaron el aviso de que había un buque sospechoso en el área próxima a la unidad en la que operan los barcos españoles. Al día siguiente se identifica el barco y el avión P-3 Orion del Ejército del Aire que está en Yibuti lo localiza. El mando marítimo supremo de Libertad Duradera solicita apoyo a la unidad 150 y que «se compruebe la licitud de la carga que transporta el mencionado buque», dice Trillo. Inmediatamente el contralmirante español Moreno desplegó su buque insignia, la fragata «Navarra» y el de apoyo «Patiño» para localizar e interceptar al barco sospechoso. Además solicitó del Gobierno la aprobación de las normas de conducta que considera necesarias para poder realizar la misión. El 7, el Gobierno aprueba esas normas y el 8 se completa el planeamiento de la operación y se da la orden de interceptar el barco «So San». El lunes se intercepta al mercante, aparentemente abanderado en Camboya y con puerto de registro en Phnom Penh aunque navega sin bandera. Se inicia el proceso de interrogatorio y se le insta a reducir la velocidad para que pueda ser visitado. El capitán del mercante comunica por radio que transporta cemento y se niega a facilitar la visita de los militares españoles por lo que la «Navarra» se ve obligada a realizar los citados disparos disuasorios. Todos ellos se avisan con tres minutos de anticipación. Aun así el barco no obedece y aumenta la velocidad por lo que, según Trillo, no hay otra posibilidad que abordarlo mediante rapel desde un helicóptero. Pero para ello hay que tener en cuenta la disposición de los mástiles y de los cables del mercante que es necesario despejar para permitir la actuación del helicóptero. Tiradores de elite despejan esos elementos y el equipo de operaciones especiales aborda el buque. Controlado el buque por esta unidad embarca el segundo equipo encargado de la inspección y gobierno del barco. Es el que halla en las bodegas los contenedores con armamento ocultos bajo la declarada carga de cemento.

El martes llegan a la zona buques norteamericanos que han acudido en apoyo de la operación y se une al equipo español de registro otro de la coaliciñón para una inspección detallada de la carga. Un proceso laborioso que exige tomar estrictas precauciones de seguridad. Como consecuencia de la inspección aparece el citado material de guerra. Finalmente ayer por la mañana el buque y la carga se pusieron a disposición del alto mando de la coalicion Libertad Duradera, en concreto de un almirante de EE.UU. Ayer Trillo dijo que no tenía indicios de cual era el destino del buque, que su tripulación era coreana aunque no especificó si del norte o del sur y que iba a algún puerto de Oriente Medio. El último puerto que tocó «no sabemos si es de su origen» dijo, fue chino.

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